Un juez federal denegó la solicitud de Mark Meadows, uno de los coacusados en el juicio a Trump en Georgia, de llevar su caso a un tribunal federal.
Exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Meadows ha sido acusado de dos delitos graves por su papel en el esfuerzo de la campaña de Trump de anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en Georgia.
Es probable que Meadows apele la decisión del juez.
En sus argumentos para que el caso se trasladara a un tribunal federal, los abogados de Meadows afirmaron que los cargos se referían a sus deberes como funcionario federal. Pero el juez dictaminó que Meadows “no ha cumplido con su carga” de probar que el caso debería trasladarse a un tribunal federal
El juez señaló que el trabajo de Meadows como jefe de Gabinete de la Casa Blanca “no incluía trabajar para la campaña de Trump” y que la Constitución de Estados Unidos “no proporciona ninguna base para la participación del poder ejecutivo en los procedimientos electorales y postelectorales estatales“.
Los cargos contra Meadows, quien se declaró inocente, se refieren a que presionó al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, para que anulara la certificación de los resultados electorales en el estado. Una grabación de la llamada telefónica, en la que también participó Trump, se hizo pública después de las elecciones.
La decisión del juez es una gran victoria para la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, quien presentó cargos contra los 19 acusados. Y no es un buen augurio para Trump y otros acusados que han dicho que probablemente solicitarán trasladar sus casos a un tribunal federal.
Además de proporcionar potencialmente un juez y un jurado más amigables, un traslado a un tribunal federal pondría a prueba los límites de la Ley de Organizaciones Corruptas o RICO, que se ha aplicado a los acusados.
También evitaría que los juicios sean televisados, ya que las cámaras están prohibidas en los tribunales federales.