Después de un debate maratónico acerca de cómo llevar a cabo el juicio político al presidente Donald Trump, el Senado pasó la víspera a la fase de argumentos orales.
Este miércoles el titular de la Corte Suprema, John Roberts, tuvo que recordar a senadores, fiscales y abogados defensores algunas normas básicas.
“Creo que conviene a estas alturas que yo amoneste en los mismos términos a los fiscales de la cámara y a los abogados del presidente. Recuerden que se encuentran ante el mayor organismo deliberativo del mundo”, dijo después de un tenso intercambio entre el presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos, el demócrata Jerrold Nadler, y los abogados del presidente.
Roberts les pidió “evitar hablar de una forma y utilizar un lenguaje no conducente al discurso civilizado”. El líder de la mayoría del Senado, el republicano Mitch McConnell, le dijo: “en nombre de todos, gracias por su paciencia”. Todos aplaudieron.
En la jornada de ayer el representante Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara, mencionó a Alexander Hamilton y a otros padres fundadores del país. “Estamos hoy en esta sagrada cámara garantizando esta solemne medida solo por tercera vez en la historia porque Donald J. Trump, el presidente 45 de Estados Unidos, ha actuado precisamente como temían Hamilton y sus contemporáneos”, dijo.
“El presidente Trump solicitó la interferencia extranjera en nuestras elecciones democráticas, abusando del poder de su oficina para buscar ayuda del extranjero para mejorar sus perspectivas de reelección”. El presidente Trump –agregó– “retuvo cientos de millones de dólares en ayuda militar a un socio estratégico en guerra con Rusia para asegurar la ayuda extranjera con su reelección. En otras palabras, para hacer trampa”.
“Si esto no se remedia mediante su condena en el Senado y su destitución”, dijo, “el abuso del presidente Trump de su cargo y la obstrucción al Congreso alterarán permanentemente el equilibrio de poder entre las ramas del gobierno, invitando a futuros presidentes a operar como si también estuvieran fuera del alcance de la responsabilidad, la supervisión del Congreso y la ley”.
“Estamos aquí hoy para considerar un asunto mucho más grave, y ese es un intento de usar los poderes de la presidencia para engañar en una elección”, dijo. “Precisamente por esta razón, la mala conducta del presidente no puede decidirse en las urnas, ya que no podemos estar seguros de que la votación se hará de manera justa”.
Por su parte, el presidente negó haber actuado mal y denunció el juicio político como “un engaño” inventado por los demócratas para perjudicar su reelección.
“Esta es la mayor cacería de brujas”, dijo mientras se preparaba para regresar a Estados Unidos desde Davos, Suiza.
Los demócratas han estado clamando por más evidencia desde que la Cámara aprobó los dos artículos de juicio político en una votación partidaria el pasado 18 de diciembre. Presentaron once enmiendas que habrían obligado a más documentos y testimonios durante un maratón de debate sobre las reglas del juicio el martes.
La sesión sobres normas y procedimientos mostró la ya clásica división partidaria: todos los demócratas (47) votaron en contra de la resoluciones de los republicanos y todos los republicanos (53) hicieron lo mismo contra las enmiendas de los demócratas, que pedían la comparecencia de testigos y la entrega de nuevos documentos.
El Washington Post informó la noche de este miércoles que algunos demócratas del Senado discutían en privado un posible acuerdo con los republicanos: una citación para el ex asesor de la Casa Blanca John Bolton u otros funcionarios con conocimiento de primera mano de las acciones del presidente, a cambio de citar al ex vicepresidente Joe Biden o a su hijo Hunter.
El líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, dijo que eso no sucedería. Por su parte, Schiff expresó que el objetivo de los republicanos era, simplemente, “difamar a Biden” y que los demócratas no lo apoyarían.
Uno de los abogados de Trump, Jay Sekulow, aseguró que la defensa desafiaría las acusaciones de que había un quid pro quo con Ucrania. Prometió concluir los argumentos de manera “ordenada y sistemática” y dijo que el presidente sería absuelto.
“¿Estamos teniendo un juicio político por una llamada telefónica o se trata de un intento de tres años de destituir a un presidente que fue debidamente elegido por el pueblo estadounidense?”, preguntó.
Se espera que finalmente la mayoría republicana absuelva a Trump de los cargos.