El Departamento de Justicia de Estados Unidos respondió el miércoles a una orden judicial de reunir a las familias migrantes separadas en la frontera con México, diciendo que “se vuelve más imperioso que nunca” que el Congreso apruebe una ley de inmigración que le permita “aplicar la ley y a la vez mantener unidas a las familias”.
En caso contrario, agregó, “seguirá reinando la anarquía en la frontera”.
El martes por la noche, un juez en California ordenó a las autoridades federales en la frontera que reúnan a las familias separadas antes de 30 días. Si los niños son menores de cinco años, deben ser entregados a sus familias en 14 días.
Antes de que el gobierno de Donald Trump la revirtiera, su política de “tolerancia cero” con respecto a los cruces ilegales de la frontera provocó la separación de unos 2.300 niños de sus padres migrantes en las últimas semanas, provocando protestas internacionales al difundirse imágenes y grabaciones de pequeños llorando.
Muchos padres migrantes están detenidos a miles de kilómetros de distancia de sus hijos, a quienes no han podido ver y raramente les han podido hablar en el último mes o más tiempo. Las separaciones se aplicaron para permitir que los adultos pudieran ser arrestados.
No está claro cómo una ley le permitiría seguir aplicando esa medida sin separar a las familias o encerrar a los niños en jaulas.
El martes, los gobiernos de 17 estados entablaron una demanda para obligar al gobierno de Trump a reunificar a familias migrantes que han sido separadas en la frontera con México.
Los estados, entre los cuales están Washington, Nueva York y California, se unieron a la municipalidad de Washington DC, para presentar la demanda en un tribunal federal en Seattle. Es el primer litigio presentado por estados de la unión contra la práctica.
“Separar familias es cruel, así de simple”, dijo el fiscal general de Nueva Jersey Gurbir Grewal en un mensaje enviado por correo electrónico. “Al perecer el gobierno emite políticas contradictorias todos los días, basadas en justificaciones nuevas y contradictorias. Pero nosotros no podemos olvidar: las vidas de personas reales cuelgan en la balanza”.
La semana pasada, luego de culpar falsamente a los demócratas por las separaciones e insistir en que solo el Congreso podía arreglar el embrollo, el presidente firmó una orden ejecutiva para poner fin a la práctica de separar familias derivada de su política de “tolerancia cero”, con la cual la fiscalía presenta cargos a los adultos migrantes que ingresan al país de manera ilegal.
Pero los estados dicen que la orden ejecutiva está llena de resquicios y no resuelve la situación de padres y niños que ya están separados. Los estados sostienen que el gobierno le negó a los migrantes el debido proceso, rechazando el derecho que ellos tienen _especialmente muchos centroamericanos que escapan de la violencia pandilleril de sus países_ a solicitar asilo, y fue arbitrario al aplicar la política.
Una organización pro derechos de los inmigrantes con sede en Seattle presentó el lunes una demanda en el estado de Washington a nombre de solicitantes de asilo que han sido separados de sus hijos.
Los otros estados que presentaron la demanda el martes son Massachusetts, California, Delaware, Iowa, Illinois, Maryland, Minnesota, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Carolina del Norte, Oregon, Pensilvania, Rhode Island, Vermont, Virginia y Washington.
AP / OnCuba