El presidente Donald Trump afirmó que no bromeaba sobre la posibilidad de buscar un tercer mandato en la Casa Blanca.
En una entrevista telefónica concedida el domingo a NBC News, Trump insistió en que considera seriamente esta idea y sugirió que existen maneras de sortear las restricciones constitucionales que limitan a los presidentes a dos períodos en el cargo.
“No estoy bromeando”, remarcó mientras conversaba con la periodista Kristen Welker, al ser cuestionado sobre sus reiteradas menciones a un tercer mandato. Además, señaló que “a mucha gente le gustaría” que lo lograra.
“Hay métodos”
Cuando se le pidió que aclarara cómo podría lograrlo, dado que la Constitución de Estados Unidos lo prohíbe explícitamente en su Enmienda 22, el presidente respondió de manera enigmática: “Hay métodos”.
Al preguntársele sobre un posible escenario en el que el vicepresidente J.D. Vance se postulara y luego le cediera el cargo, Trump respondió que “ese es un método”. Sin embargo, no se quedó ahí y advirtió que “hay otros también”, sin explicarlo en lo absoluto.
NBC News informó que las declaraciones de Trump se producen en un contexto de creciente polarización en el país, mientras su administración avanza en la implementación de políticas demoledoras.
Aunque la idea de un tercer mandato parece chocar directamente con el marco legal estadounidense, sus palabras han reavivado el debate sobre los límites del poder presidencial y las intenciones del mandatario.
Por el momento, ni la Casa Blanca ni el equipo legal de Trump han proporcionado una explicación oficial sobre los “métodos” a los que se refirió el presidente.
Mientras tanto, sus detractores advierten que estas afirmaciones podrían ser un intento de probar los límites de las instituciones democráticas, en tanto que sus seguidores celebran lo que interpretan como una muestra de determinación para mantenerse en el poder.
Los límites
La Constitución de Estados Unidos aborda el límite de los mandatos presidenciales en la Enmienda 22, ratificada el 27 de febrero de 1951.
El texto de la Sección 1 de esa enmienda establece que “ninguna persona podrá ser elegida para el cargo de presidente más de dos veces, y ninguna persona que haya ocupado el cargo de presidente, o actuado como presidente, durante más de dos años de un mandato para el cual otra persona fue elegida presidente, podrá ser elegida para el cargo de presidente más de una vez.”
En términos simples, lo anterior significa que una persona no puede ser elegida como presidente más de dos veces, ya sea que esos mandatos sean consecutivos o no consecutivos. Si alguien asume la presidencia (por ejemplo, como vicepresidente que reemplaza al presidente) y sirve más de dos años del mandato de otra persona, solo puede ser elegido una vez más.
No obstante, NBC explica que enmendar la Constitución para abolir el límite de dos mandatos sería “extremadamente difícil”, ya que requeriría el voto de dos tercios del Congreso o que dos tercios de los estados acordaran convocar una convención constitucional para proponer cambios.
“Cualquiera de las dos vías requeriría la ratificación de tres cuartas partes de los estados”, agrega el medio.
La enmienda fue introducida tras los cuatro mandatos consecutivos de Franklin D. Roosevelt (1933-1945), con el objetivo de evitar que un presidente acumule demasiado poder mediante una permanencia prolongada en el cargo.
Antes de la Enmienda 22, no existía un límite constitucional explícito, aunque la tradición de dos mandatos había sido establecida por George Washington y respetada por la mayoría de sus sucesores hasta Roosevelt.