La organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) envió una carta abierta al Pentágono este lunes para exigirle que deje de financiar experimentos con animales en el afán de seguir investigando el llamado “Síndrome de La Habana”.
La organización, que tiene más de 9 millones de miembros y simpatizantes en todo el mundo, dirige la misiva al secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, y a la secretaria del Ejército, Christine Wormuth.
SCOOP: A prominent animal rights group is calling on the Pentagon to halt “disturbing” research exposing ferrets and monkeys to pulsed radiation to try to recreate symptoms of “Havana Syndrome.” I first reported the tests last week @peta https://t.co/jXp4stkmOn
— Lara Seligman (@laraseligman) March 13, 2023
PETA insta a renovar la prohibición de herir con armas a perros, gatos, animales marinos y primates no humanos y “que ya no se permita herir a ningún animal con armas con fines de investigación, desarrollo y pruebas médicas o evaluación”, según subrayan también medios como RT y Yahoo Noticias.
El Ejército había prohibido el uso de armas para herir animales con fines de investigación, desarrollo, prueba o evaluación médica, pero la decisión se revirtió silenciosamente en 2020, apunta la comunicación.
La organización cree que “dicha prohibición debe aplicarse” a un experimento en curso, financiado por el Ejército de EE.UU., y que implica irradiar a hurones con un arma de energía dirigida por radiofrecuencia (RF) en un intento irrelevante de estudiar los efectos en la salud cognitiva, conductual, vestibular y coclear del ‘síndrome de Habana’ en humanos.
Asimismo, instan al Pentágono a poner fin a “un aparente plan militar para exponer a monos a radiación de microondas pulsada en un intento equivocado de determinar los efectos en el cerebro humano asociados con el síndrome neurosensorial adquirido, comúnmente conocido como ‘Síndrome de La Habana'” y que ha afectado a diplomáticos estadounidenses en varias embajadas alrededor del mundo.
El reporte de RT subraya que la reacción de la PETA se produce poco después de que la inteligencia de EE.UU. concluyera que es “poco probable” que esa dolencia sea originada por un arma secreta que utiliza energía o pulsos electromagnéticos. Tampoco cree que haya sido creada por un país enemigo.
Además, descartaron que las “sensaciones acústicas extrañas y dolorosas” que han experimentado un millar de funcionarios estadounidenses sean el resultado de “acciones intencionadas, como un arma de energía dirigida, o derivadas de alguna otra actividad, incluida la vigilancia electrónica que involuntariamente pudo enfermar” al personal.
El llamado “Síndrome de La Habana” comenzó en 2016 y durante años se ha especulado que Rusia o Cuba pudieran estar detrás de los misteriosos “ataques”.
La carta de PETA esta firmada por Maggie Wiśniewska, asesora de políticas científicas, quien también apunta que este tipo de investigaciones son crueles, derrochadoras y su resultado es “fútil”.
Según su blog, PETA es la mayor organización de derechos animales a nivel mundial.