La investigación federal sobre las actividades de la Oficina de Transmisiones hacia Cuba (OCB, por sus siglas en inglés) pica y se extiende. El viernes pasado un redactor fue obligado a pasar a retiro al tiempo que una periodista y una productora fueron suspendidas de sus empleos, con lo que suman ya siete los empleados de Radio y TV Martí involucrados en el escándalo.
La investigación se desencadenó a fines de octubre después que se supo que un programa de TV Martí, Levántate Cuba, emitió un reportaje con matices antisemitas donde el filántropo y empresario húngaro George Soros es presentado como “un multimillonario judío (…) no creyente” y “de moral flexible”.
El programa, que acusa a Soros de interferir en los asuntos internos de Colombia y otros temas, se basa en varias informaciones atribuidas exclusivamente a la organización conservadora Judicial Watch. Pero nadie de la entidad aparece en pantalla sosteniendo las aseveraciones.
El programa fue emitido en mayo pasado pero solo en octubre fue descubierto por el Cuban Research Center, lo que provocó un profundo rechazo en el Senado federal y en la Agencia Estadounidense para los Medios Globales (USAGM, por sus siglas en inglés), que ordenó una investigación interna de OCB ya que se encuentra bajo su jurisdicción.
En un gesto inédito, el director de USAGM, John F. Lansing, terminó disculpándose personalmente con Soros, ordenó la contratación de un editor dedicado a supervisar el cumplimiento de los principios éticos y una profunda investigación que se ha extendido al último año de transmisiones.
El objetivo es averiguar la existencia de otros trabajos asentados en fuentes de dudosa credibilidad o la ausencia de ellas, una seria violación de las reglas éticas de la Voz de América, por las cuales OCB debiera regirse.
Por regla general, los empleados federales no pueden discutir detalles de sus funciones o el ambiente de trabajo sin el permiso de sus superiores. OCB no es una excepción y las fuentes consultadas por OnCuba desde la semana pasada pidieron refugiarse en el anonimato.
Los vampiros descienden en OCB
La investigación está siendo llevada a cabo por un equipo, de dos mujeres y un hombre, que se desplaza constantemente entre Washington DC y Miami, para contrastar las declaraciones de los empleados que están siendo entrevistados en el sur de Florida, con el contenido de los archivos de la agencia y otras declaraciones. Una de las suspensiones ocurridas el viernes es consecuencia de este método de trabajo. Aparentemente el empleado en cuestión no fue del todo veraz en sus declaraciones, olvidando quizá que es un serio delito mentir a un funcionario federal.
A otro, le permitieron acogerse a la jubilación, en deferencia a sus largas décadas de servicio, sino corría el riesgo de un despido fulminante. Su situación no está relacionada con el Caso Soros, sino con un escrito de otros tiempos abarcados por la investigación, relacionado con un empresario colombiano. El texto no estaría ni balanceado ni sólidamente fundamentado. Como detalle, OnCuba supo que dos de los tres no son funcionarios federales sino contratistas que pueden ser despedidos en todo momento y sin grandes contemplaciones.
El grupo de investigadores ha sido tan agresivo que muchos empleados de OCB intentan evitarlos en los pasillo. “Cuando los ven la gente se aparta, se esconde. Ni les mira a los ojos cuando cruzan en los pasillos o entrando y saliendo de las oficinas. La gente no quiere que se fijen en ellos”, indica una fuente. Es así como a los investigadores que vinieron de Washington los han bautizado internamente en OCB como “Los gavilanes”, “Ángeles de la Muerte” o “Los Vampiros”.
Aunque en junio tras tomar posesión como director de OCB, Tomás Regalado transfirió el programa Levántate Cuba hacia Radio Martí, éste terminó siendo borrado del aire semanas después. De momento, los hallazgos de las pesquisas federales parecen afectar mayormente a TV Martí, aunque uno de los primeros en ser suspendido a fines de octubre fue el director de noticias de ambas estaciones.
Tomás Regalado: Radio y TV Martí jamás serán un instrumento de reconciliación
Debian aprovechar y eliminar la radio y tv Martí como todas las telvisoras vulgares de la Miami de cubanos emigrados que mas vulgares no pueden ser, y deben seguir el ejemplo cultural que da la televisión y la radio cubana, muy criticada por los de allá, pero mucho más culta , humana y decente que las barbaridades que se ven y se oyen en el “paraiso de la libertad “
carlos : la programacion que usted escoge,en los paises en que esto se pede hacer,es de la entera responsabilidad del consumidor.Si no le gusta radio y TV Marti y si la mesa Redonda…que le impide hacer el cambio ?? No se martirice !!! O vea Simpsom …..