Al menos un tercio de los 35 presos por la guerra contra el terrorismo que quedan confinados en la base naval de Guantánamo padecen de COVID-19, reveló este lunes el diario The New York Times.
Las autoridades militares fueron parcas en detalles. Apenas confirmaron los nombres de dos de los prisioneros capturados por la CIA, inicialmente recluidos en cárceles secretas que la agencia mantuvo durante años en otros países. Ambos nunca fueron acusados.
Uno es el prisionero palestino conocido como Abu Zubaydah, de 51 años, que dio positivo al virus el miércoles pasado, lo que llevó al ejército a cancelar todas las reuniones. El viernes el somalí Guled Hassan Duran, de 48 años, también había dado positivo.
Los dos se encuentran en el edificio penitenciario Camp 5, de máxima seguridad, que alberga a hombres antes recluidos en la red de prisiones en el extranjero de la CIA, llamados sitios negros. Fueron llevados a la base en 2006 y 2007.
Los otros presos, diez o más, se encuentran entre los 20 prisioneros de la población general en el Campamento 6, una instalación de seguridad media donde los detenidos comparten espacios comunes para comidas, duchas, oración y recreación.
Todos los hombres allí detenidos han sido aprobados para su repatriación o reasentamiento en otro país, pero la diplomacia estadounidense no ha logrado encontrar uno que los acoja.
Ninguna de las fuentes de esta nota, dijo el rotativo, accedió a ser identificada debido a la naturaleza clasificada del Campamento 5.
El domingo el Pentágono declinó confirmar que la cifra se había elevado a “más de una docena” de presos. Los portavoces tampoco dijeron cuántos de los 1 000 hombres y mujeres, tanto soldados estadounidenses como civiles que trabajan en el personal penitenciario, han contraído el virus.
La base tiene unos 6 000 habitantes. Las autoridades se dieron cuenta de un aumento en los casos a principios de este mes a medida que los contratistas, las familias de los efectivos de la Armada, los miembros del personal penitenciario y otras personas regresaron a la base en vuelos desde Jacksonville, Florida, después de las vacaciones.
El sábado, luego de la cancelación de las reuniones del miércoles, jueves y viernes por el brote, la mayoría de los abogados defensores que habían acudido a la base para consultas con los prisioneros que representan regresaron por vía aérea a Washington DC, algunos sin reunirse con sus clientes.
Sin embargo, los abogados defensores pudieron reunirse con dos de los hombres acusados en el caso de los ataques del 11 de septiembre: Khalid Shaikh Mohammed, considerado el hombre que planificó los atentados, y su ayudante Ramzi bin al-Shibh. El rastreo de contactos y pruebas dio que no habían sido expuestos al virus en los días anteriores.
Los funcionarios del Pentágono también se negaron el domingo a decir si alguno de los prisioneros enfermos había recibido el medicamento antiviral Paxlovid o a precisar la atención que el personal médico brinda en la prisión.
El Pentágono dijo el domingo por la noche que el Comando Sur, su puesto de avanzada en Miami que supervisa las operaciones de la prisión, “no ha solicitado apoyo médico adicional”.