De acuerdo con CBS News, varios republicanos están aceptando la renuncia forzada del fiscal general Jeff Sessions, a pesar de que antes amenazaron al presidente con pagar el costo en caso de despedirlo. Como se conoce, Trump lo había venido poniendo en la picota por haberse autoexcluido de la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016. Hasta lo llamó estúpido y se burló de su acento sureño.
En julio del año pasado el senador republicano Lindsey Graham le dijo a la CNN que apoyaba ciento por ciento a Sessions, y que si era despedido “habría que pagar el santo infierno”. Jeff Flake dijo en agosto que despedirlo sería un “gran error”.
Pero después el primero se echó para atrás al declararle a la prensa que era “muy probable” el reemplazo de Sessions y que el presidente “tenía el derecho de nombrar a un fiscal general en el que confiara”. Enterado de la renuncia, Graham tuiteó: “Jeff Sessions sirvió a nuestra nación bien y con honor”. Y añadió: “Espero trabajar con el presidente @realDonald Trump para encontrar un sucesor digno de su confianza que nos permita comenzar un nuevo capítulo en el Departamento de Justicia y enfrentar las oportunidades y los desafíos por los que atraviesa nuestra nación”.
Flake pidió proteger la investigación de Mueller: “A principios de este año, aprobamos la S.2644 o Ley de Independencia e Integridad del Fiscal Especial en el Comité Judicial del Senado. El proyecto salvaguardaría la investigación de Robert Mueller. El líder McConnell debería llevar el proyecto al Senado lo más pronto posible”.
Otros republicanos se hicieron eco del tema. Chuck Grassley, por ejemplo, tuiteó su gratitud a Sessions. Y escribió que “había disfrutado trabajar con él durante décadas”. El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, dijo en una declaración que le deseaba éxitos. “Esperamos trabajar con él en cualquier esfuerzo futuro”, añadió.
Por su parte, los demócratas expresaron su preocupación de que la salida de Sessions podría interferir con la investigación aludida. Mark Warner, miembro del Comité de Inteligencia del Senado, dijo que “cualquier esfuerzo por interferir con la investigación del Asesor Especial sería un grave abuso de poder por parte del presidente”.
El representante Jerry Nadler dijo en Twitter que los estadounidenses debían tener respuestas inmediatas sobre la salida de Sessions. “¿Por qué el Presidente está haciendo este cambio y quién tiene autoridad sobre la investigación del Asesor Especial de Mueller? , preguntó.
Adam Schiff, presidente entrante del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo que “la interferencia en la investigación del Asesor Especial causaría una crisis constitucional y socavaría el estado de derecho”. “Si el presidente busca interferir en la administración imparcial de la justicia, el Congreso debe detenerlo. Nadie está por encima de la ley”.
Ayer miércoles por la tarde Sessions presentó su renuncia a petición del Trump. Su jefe de personal, Matthew Whitaker, se desempeñará como fiscal general interino y se encargará de supervisar la investigación de Rusia. Whitaker ha expresado previamente su escepticismo al respecto.