La última campaña presidencial estadounidense fue muy rara en múltiples aspectos. Todavía el electorado no había terminado de votar y ya el ex presidente Donald Trump hablaba de fraude a favor de su rival, el actual mandatario Joe Biden.
Trump no ha desistido de las acusaciones —sin pruebas— de que hubo fraude electoral. Unos 60 jueces federales y el Tribunal Supremo ha rechazado esa versión, pero los seguidores del ex mandatario siguen en sus trece y han rayado lo ridículo.
Es el caso de los republicanos que han lanzado una nueva auditoria a las boletas electorales en el estado de Arizona, particularmente el condado de Maricopa, que tiene un pintoresco pasado cuando el ex alguacil Joe Arpaio, un trumpista de cuidado, corría al desierto en busca de mexicanos indocumentados, los ingresaba en prisión y después les cobraba por la estancia.
Pues ahora la falange de Donald Trump ha dicho que la auditoria de las boletas electorales busca confirmar si por lo menos 40.000 de ellas —el número mágico porque es la diferencia que le dio la victoria a Biden en Arizona— están hechas con bambú. O sea, en vez de papel de madera común, los filamentos de bambú demostraría que vinieron —nada más y nada menos— que de China.
Sí señor, como han escuchado. Seria un papel “especial” que “automáticamente” o por obra y gracia del Espíritu Santo, después que un elector votara por Trump, ese pedazo de papel con filamentos de bambú transformaría el voto en un sufragio a favor de Biden.
“Yo se que suena a una estupidez absoluta pero Trump ha logrado rodearse de gente que creen todo lo que este le diga, incluso las tonterías más absurdas”, dijo el abogado Mark Biden (sin relación familiar con el mandatario) a OnCuba. “Solo en estas elecciones pasa esto. Espero que sean las últimas porque el ridículo ha penetrado nuestra democracia y quedará para la historia”.
Un reportero de la afiliada local de CBS en Phoenix, Arizona, Dennis Welch, preguntó a uno de los auditores republicanos, John Brakey, por qué estaban buscando rastros de filamento de bambú en las boletas.
“Hay acusaciones de que se enviaron 40.000 papeletas y se metieron en la urna y procedían de la parte sureste del mundo, Asia. Y lo que estamos haciendo es averiguar si hay bambú en el papel “, contestó Brakey.
Welch le preguntó entonces a Brakey “¿por qué busca bambú? y ¿esto es parte de lo que estás buscando? (boletas falsificadas). Brakey respondió que otros estaban buscando las papeletas de bambú porque “la gente en el sudeste asiático usa bambú en el procesamiento de su papel” y “se hace para descubrir el origen de este misterio”.
Una semana antes, a principios de mes, Brakey anunció que, porque “pudieran encontrarse trazos“ impregnados en las boletas, ya que un tipo que se nos apareció y dijo ciertas cosas, que las boletas estaban impregnadas y que encontraríamos bambú en el papel”. Así de sencillo.
Toda esta tontería parece haber salido de un activista republicano llamado Jovan Pulitzer, que ya en diciembre afirmaba que el bambú iba a tener un rol en el fraude electoral. Incluso, afirmaba haber inventado un método que, incluso detecta las boletas falsificadas por el dobladillo del papel.
https://twitter.com/giulioanselmo/status/1341960116069871623?s=21
“Se supone que las boletas deben imprimirse aquí en los Estados Unidos de América y, en algunos casos, las boletas deben imprimirse en este estado exacto. El papel americano tiene una firma. Y con la medicina forense, puede mirar ese papel y ver si son los componentes de ese papel lo que usamos para hacer papel. Ahora digamos que hubo una afluencia de votos de China. China no tiene la población de árboles y madera que tenemos porque fue deforestada principalmente hace mucho tiempo. Usan bambú, y usan pulpa de madera, usan bambú en su papel y usan aproximadamente 27 mezclas diferentes de pastos que no tenemos aquí en los Estados Unidos. Y aunque no se puede mirarlo y verlo, es muy detectable. Y entonces puedo asegurarles que, fuera de una falla catastrófica, esto se solucionará”, dijo Pulitzer, en una conversación por Twitter.
El director Oliver Stone tiene aquí un guion en ciernes y todavía no se ha enterado.