La Casa Blanca dio a conocer este miércoles la transcripción de una llamada telefónica del pasado 25 de julio entre el presidente Donald Trump y su homólogo ucraniano Volodymyr Zelensky, que ha motivado el anuncio de una investigación para establecer un posible juicio político contra el mandatario estadounidense.
En ella, Trump le dijo a Zelensky que trabajara de manera conjunta con el fiscal general de Estados Unidos para investigar la conducta del candidato presidencial demócrata Joe Biden, y ofreció reunirse con el líder extranjero en Washington después de que prometiera llevar a cabo una investigación de este tipo.
Esas declaraciones y otras contenidas en la polémica llamada resultaron tan preocupantes que el inspector general de la comunidad de inteligencia las consideró una posible violación de la ley de financiamiento de campañas. A fines de agosto, los funcionarios de inteligencia remitieron el asunto al Departamento de Justicia como un posible delito, pero concluyeron que la conducta del presidente no era criminal.
Las revelaciones de la Administración subrayan cómo esa llamada ha consumido al gobierno federal en los últimos días, y cómo la Casa Blanca está luchando para calmar el revuelo al ofrecer más detalles de lo que el presidente le dijo a Zelensky.
Aun cuando el Departamento de Justicia concluyó que no violaba la ley de financiamiento de campañas, un número creciente de legisladores demócratas está presionando por la destitución de Trump con el argumento de que la conducta del presidente, que pidió la ayuda de un país extranjero para desacreditar a un rival político, traicionó su juramento y puso en peligro la seguridad nacional.
Trump prácticamente retó a los demócratas a dar el paso, confiando en que el espectro del presumible juicio encabezado por el partido opositor fortalecerá su sustento político en lugar de debilitarlo.
“Ningún presidente en la historia de nuestro país ha sido tan maltratado como yo”, tuiteó desde Nueva York. “Los demócratas están congelados de odio y miedo. No consiguen hacer nada. No debería permitirse que eso le suceda a otro Presidente. ¡Cacería de brujas!”.
There has been no President in the history of our Country who has been treated so badly as I have. The Democrats are frozen with hatred and fear. They get nothing done. This should never be allowed to happen to another President. Witch Hunt!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 25, 2019
El martes, la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, quien durante meses había sido un freno para los demócratas que querían un proceso de juicio político contra Trump, anunció una investigación formal acusando al presidente de “traición a su juramento”, así como de traición a la seguridad nacional y a la integridad de las elecciones estadounidenses.
La Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes será el panel ecargado de recomendar los artículos de juicio político contra Trump en caso de que la investigación conduzca a ello.
Si la Comisión de Asuntos Jurídicos avala las razones para el juicio político, el asunto pasaria al pleno de la Cámara. Como se sabe, los demócratas son mayoría en esta instancia y sus comités.
Si el pleno de la Cámara vota en favor del juicio político, el asunto pasaría entonces a manos del Senado, el responsable de llevar a cabo el juicio, con el presidente de la Corte Suprema a cargo. Se necesitan dos tercios a favor del procedimiento en el Senado para destituir a un presidente, un desafío enorme para los demócratas si las gestiones llegan hasta esa instancia debido al control republicano de esa cámara.
La Constitución da a la Cámara de Representantes la facultad de “declarar que hay lugar a proceder en los casos de responsabilidades oficiales” y al Senado el “derecho exclusivo de juzgar sobre todas las acusaciones por responsabilidades oficiales”.
También dicta que el presidente y vicepresidente “serán separados de sus puestos al ser acusados y declarados culpables de traición, cohecho u otros delitos y faltas graves”.
El Congreso es el encargado de definir la pena que corresponda.
Algunos demócratas habían esperado desde hace tiempo iniciar un proceso formal para el juicio político contra Trump, pese a las escasas posibilidades de tener éxito. Pero carecían de quórum y del apoyo de Pelosi, algo que finalmente tienen.