El Senado de Estados Unidos inició este jueves formalmente el juicio político al presidente Donald Trump con una lectura pública de las acusaciones en su contra y la presencia del presidente de la Corte Suprema John Roberts. La cámara alta del Congreso estadounidense se transforma así en un tribunal para enjuiciar al máximo cargo del Poder Ejecutivo.
Con el traspaso de responsabilidades, el proceso queda a cargo del Senado, donde los republicanos son mayoría y sale de la jurisdicción de la Cámara de Representantes, donde los demócratas dominan.
Los legisladores de la cámara baja que estarán encargados del proceso leerán las acusaciones en voz alta en el Senado, tras lo cual Roberts le tomará el juramento a los nuevos responsables, los 100 senadores, comprometiéndolos a aplicar justicia de manera imparcial.
Los acontecimientos, en medio de una campaña electoral en la que Trump busca reelegirse, será una prueba no sólo de su presidencia, sino del equilibrio de poderes entre las tres ramas del gobierno. Varios senadores están compitiendo para ser el candidato presidencial demócrata y enfrentar a Trump en las elecciones de noviembre.
Trump califica el proceso de “una farsa”, a pesar del surgimiento de nuevas pruebas de que presionó al gobierno de Ucrania para que investigue a sus rivales políticos al tiempo que le retenía asistencia financiera ya aprobada por el Congreso.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, declaró que las nuevas evidencias ratifican la necesidad de que el Senado llame a más testigos para que hablen de las acciones de Trump en Ucrania.
Pelosi señaló que usualmente ese tipo de hechos serían investigados por un fiscal especial, pero dudó que eso ocurra ahora. “Esto es un ejemplo de lo que hacen los secuaces del presidente y espero que los senadores no se conviertan en los secuaces del presidente”, expresó Pelosi.
Trump está acusado de abuso de poder al presionar a Ucrania a que investigara al demócrata Joe Biden, ex vicepresidente y posible contrincante de Trump en las elecciones de noviembre próximo, mientras le retenía la ayuda financiera al país europeo. Además, Trump está acusado de obstruir las labores del Congreso, ya que se negó a cooperar con la pesquisa, impidiendo la entrega de documentos o la presentación de testigos.
Poco antes, la Oficina de Rendición de Cuentas (GAO por sus siglas en inglés) precisó en un informe que la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca violó la ley al congelar la ayuda.
Socio de Giuliani: Trump sabía de presión sobre Ucrania
Un socio del abogado personal del presidente Donald Trump dijo que él mismo entregó en mayo un ultimátum al presidente electo de Ucrania, amenazándolo con la advertencia de que ningún alto funcionario estadounidense asistiría a su juramentación y que se retendría la ayuda económica al país a menos que se anunciara una investigación a Joe Biden.
Lev Parnas, socio de Rudy Giuliani, hizo varias declaraciones potencialmente explosivas al canal de TV MSNBC el miércoles por la noche. Al día siguiente de que Parnas, según él mismo, entregó el mensaje, el Departamento de Estado anunció que el vicepresidente Mike Pence no asistiría a la juramentación del presidente ucraniano Volodymir Zelenskiy.
Parnas dijo que Trump le ordenó a Pence no asistir, por pedido de Giuliani, para enviarle un mensaje claro al entrante gobierno ucraniano de que debía tomar muy en serio el pedido de investigar a Biden, un aspirante a la candidatura presidencial demócrata y considerado una amenaza para la reelección de Trump en 2020.
Parnas expresó que toda comunicación que tuvo con los colaboradores de Zelenskiy fue por indicación de Giuliani, a quien escuchaba habitualmente informar a Trump por teléfono.
“El presidente Trump sabía exactamente lo que sucedía”, dijo Parnas, un empresario de Florida de origen soviético que enfrenta varias acusaciones penales derivadas de violaciones de la ley de financiación de campañas. “Estaba al tanto de todos mis movimientos. Yo no haría nada sin el consentimiento de Rudy Giuliani o el presidente”.
La secretaria de prensa de Trump, Stephanie Grisham, rechazó el jueves la versión de Parnas.
“Decir simplemente, ‘Rudy me dijo tal cosa’ no significa que tenga algo que ver con el presidente”, dijo al programa “Fox & Friends”. “Y por cierto no significa que el presidente le daba órdenes sobre lo que debía hacer. Ratificamos lo que venimos diciente: el presidente no cometió falta alguna”.
Si es veraz, la versión de Parnas socava una de las claves de la defensa republicana de Trump en la lucha en torno al juicio político: que la retención de la ayuda militar a Ucrania no era un quid pro quo por la investigación a Biden.
Giuliani señaló que las declaraciones de Parnas le provocaban “tristeza”.
“Me da pena por él”, dijo Giuliani el miércoles en un mensaje de texto a un periodista de AP. “Creía que era un hombre honorable. Me equivoqué”.
Cuando se le preguntó si Parnas mentía, el abogado de Trump contestó: “no voy a responder por ahora”.
Parnas agregó que escuchó a Giuliani y a otra abogada aliada de Trump, Victoria Toensing, informar por teléfono al secretario de Justicia, William Barr, sobre sus gestiones ante el gobierno ucraniano para que anunciara la investigación a Biden y los negocios de su hijo Hunter.
“En el fondo Barr era miembro del equipo”, dijo Parnas.
El Departamento de Justicia dijo en septiembre que Trump no habló con Barr sobre la presión a Ucrania para que investigara a los Biden y que Barr no habló con Giuliani sobre Ucrania. La vocera del departamento, Kerri Kupec, dijo el miércoles que las aseveraciones de Parnas eran “100% falsas”.