El tirador abatido fatalmente por la policía el pasado domingo después de abrir fuego en la escalinata de una catedral de la ciudad de Nueva York, tenía una nota en el bolsillo diciendo que había planeado tomar rehenes y usarlos como medio de presión para conseguir ayuda de Estados Unidos para América Latina, informó el miércoles un funcionario de la policía.
Luis Vásquez, de 52 años, empezó a disparar contra las personas que salían de un concierto navideño que acababa de terminar fuera de la Catedral de San Juan el Divino en Manhattan, la catedral de la diócesis episcopal de Nueva York.
Los testigos dijeron que lo escucharon gritar: “¡Dispárenme! ¡Mátenme!” mientras los policías respondían al fuego, provocando que muriera a disparos. Nadie más resultó baleado.
En la nota que la policía encontró junto a las dos pistolas semiautomáticas de Vásquez y una mochila con al menos cinco trozos de cuerda, cuatro encendedores, cinta, cuchillos, una lata de gasolina y una Biblia, el individuo criticaba el trato del gobierno estadounidense a Latinoamérica.
Escribió que el gobierno estadounidense “ha cometido robo y más contra la gente de Latinoamérica”, de acuerdo con el funcionario de la policía, quien no estaba autorizado para hablar públicamente y pidió no ser identiificado.
Oriundo de República Dominicana y residente en el Bronx, el tirador escribió que los rehenes no resultarían heridos si el gobierno estadounidense, las instituciones financieras y otras entidades cumplían con sus demandas de dar dinero a la gente de bajos recursos en América Latina.
Vestido de negro y con el rostro semioculto por una gorra de béisbol, y portando una mascarilla con la bandera dominicana, sostuvo una pistola plateada en una mano y una negra en la otra mientras salía detrás de una columna de piedra en lo alto de la escalinata y empezó a disparar. No estaba claro si apuntó hacia alguien o simplemente disparó al aire.
En la nota, agregó el funcionario, Vásquez escribió que no esperaba regresar vivo a su casa. Los investigadores revisan si pretendía perder la vida a manos de la policía. Dado el contenido de su mochila y la nota, también están estudiando si tenía como objetivo usar la cuerda y la cinta para atar y vendar a los rehenes y posiblemente prenderles fuego si no se cumplían sus demandas.
“Creo que todos podemos suponer las malas intenciones del contenido de esta bolsa”, dijo Dermot Shea, comisionado de la policía, durante una conferencia de prensa.
Los investigadores siguen tratando de descifrar la razón por la que atacó a la Catedral de San Juan el Divino, una de las más grandes del mundo.
Una hermana suya comentó New York Times que él creció cerca de la iglesia. Dijo que una estancia en la cárcel en la década de los 90, luego de una serie de arrestos y una declaración de culpabilidad bajo cargos de haber baleado a una mujer y varios policías, habían dañado su salud mental.
Associated Press/OnCuba.