Los vientos de 215 kilómetros por hora de Irma arrasaron gran cantidad de viviendas y casas móviles en los Cayos de la Florida, y también gasolineras, avionetas, vehículos, embarcaciones, árboles y cuanto encontraron a su llegada a Estados Unidos, después de sembrar muerte y destrucción en el Caribe.
Muchas áreas permanecen bajo el toque de queda del amanecer hasta el anochecer. Los residentes que se evacuaron esperan que se les permita regresar a sus hogares y propiedades el 17 de septiembre.
El panorama de devastación es aún más dramático en las estrechas manzanas de este alargado archipiélago, donde las viviendas aguardan a sus dueños con muy malas noticias en lo que ya ha sido considerado como una “crisis humanitaria” por el condado de Monroe, a las que pertenecen los cayos.
Devastación en Cayos de Florida presagia largo camino de recuperación