Cuando la actriz Scarlett Johansson dio marcha atrás recientemente y canceló sus planes de interpretar a un hombre transgénero en la película Rub & Tug, actores trans como Scott Turner Schofield se sintieron satisfechos, y gratamente sorprendidos. Tras años viendo a estrellas no trans ser reconocidas incluso con premios Oscar por lo que fue considerado como valentía por interpretar a personajes trans, finalmente les pareció que alguien los entendía.
“El que alguien con cualquier cantidad de poder reflexione y diga ‘me equivoqué, aprendí algo y lo lamento’, eso se siente absolutamente como un cambio”, dijo Schofield, un actor trans veterano que trabaja en la cinta europea de próximo estreno The Conductor.
Ahora, Schofield y otros esperan que Hollywood comprenda un punto aún mayor: que el debate del “casting auténtico” avivado por el incidente de Johansson no se trata solo de quién recibe los papeles. La verdadera meta, dice, es que la comunidad trangénero tenga acceso a todo nivel en el proceso narrativo de Hollywood, desde la presentación de la primera idea hasta el productor final. “Tenemos que tomar las riendas aquí”, dijo Schofield. “Tenemos que ser una parte sustancial de esta conversación”.
Los activistas esperan que el actual foco en la Hollywood transgénero ayude. “Hollywood ahora está siendo muy introspectiva sobre las historias que está contando y cómo las está contando”, dijo Nick Adams, director del programa de medios transgénero en GLAAD, el grupo defensor de los derechos de la comunidad LGBT+. “Estamos pasando por un momento cultural en el que la comunidad trans se está pronunciando y diciendo, ‘queremos ser parte de eso'”.
Con ese fin, GLAAD y la organización por la igualdad 50/50BY2020 emitieron el martes una “carta abierta a Hollywood”, firmada por una gran variedad de organizaciones y compañías, desde la American Civil Liberties Union hasta Time’s Up, desde productores que incluyen a Shonda Rhimes, Ryan Murphy, Ava DuVernay y Judd Apatow, hasta grandes agencias de talento.
“Las personas trans luchan todos los días por ser vistas y aceptadas como seres humanos”, dice la misiva. “Creemos que estamos en un momento cultural sin precedentes donde podemos pedir a Hollywood que use su poder para mejorar las vidas de la gente trans cambiando la opinión de Estados Unidos sobre quiénes son las personas trans”.
Hace no mucho, dijeron Schofield y otros, las personas transgénero sentían que tenían que estar agradecidas por el mero hecho de que Hollywood estaba dispuesta a contar sus historias –aunque con estrellas no trans, como Hilary Swank en Boys Don’t Cry de 1999, Felicity Huffman en Transamerica de 2005 o Jared Leto Dallas Buyers Club de 2013 (Swank y Leto ganaron Premios de la Academia y Huffman fue nominada).
“No siento ningún recelo por Boys Don’t Cry“, dice Schofield, “pero los tiempos han cambiado. Tenemos gente trans que son artistas profesionalmente entrenados”.
“Pienso que es importante y revelador que la ganadora del Oscar del año pasado a mejor película en lengua extranjera fue Daniela Vega en ‘Una mujer fantástica’, una mujer trans que tuvo un papel protagónico”, expresó sobre la cinta del chileno Sebastián Lelio galardonada en marzo y su elogiada estrella. “Ella también tuvo un momento en el escenario de los Oscar. Esos momentos de verdadera visibilidad fueron bienvenidos por la comunidad trans y creo que fueron muy poderosos”.
Algunos directores que han contratado a actores trans notan que éstos traen una perspectiva que los actores no trans no tienen. La directora holandesa Maria Peters, quien contrató a Schofield para “The Conductor”, dice que el papel central que éste interpreta requería de un entendimiento innato de ambos géneros. “Le dije a Scott que lo contrataía de nuevo para hacer el papel de un hombre o una mujer”, dijo. Agregó que en un mundo ideal cualquiera podría hacer el papel de lo que sea, pero que “los actores transgénero están hartos de que no se los haya tomado en serio por tantos años”.
La respuesta negativa fue inmediata cuando Johansson anunció el mes pasado sus planes de interpretar al personaje de la vida real Dante “Tex” Gill, un hombre trans. Inicialmente respondió que las críticas “pueden remitirse a los representantes de Jeffrey Tambor (de la serie de TV “Transparent”), Jared Leto y Felicity Huffman”, pero luego se retractó y dijo que su primera declaración había sido insensible.
“Entiendo por qué muchos sienten que (el personaje) debe ser interpretado por una persona transgénero, y estoy agradecida de que este debate sobre casting, aunque polémico, ha desatado una conversación más amplia sobre diversidad y representación en el cine”, dijo la actriz. No está claro si “Rub & Tug”, que Johansson estaba produciendo, seguirá adelante.
Así como los papeles trans son cautivadores para actores de cualquier orientación, también lo son aquellos relacionados con discapacidades, dijo la agente de talento Gail Williamson, quien representa a este tipo de actores.
“A Hollywood le encanta una buena historia sobre discapacidad”, dijo Williamson, “pero les gusta tener a una gran estrella. Saben que los dólares vienen con el nombre, y el nombre quiere desempeñar el papel porque sabe que con eso vienen los premios y reconocimiento”.
Se preguntó qué hubiera pasado si no le hubieran permitido a Marlee Matlin audicionar para “Children of a Lesser God” (“Te amaré en silencio”) hace 30 años. La actriz ganó un Oscar. “No tendríamos a una gran estrella que es sorda”.
Más allá de los papeles protagónicos, hay también una batalla por papeles secundarios en cada filme y serie de TV.
“¿Por qué no puede estar el abogado en una silla de ruedas?”, señaló. “¿Por qué el profesor no puede tener un brazo prostético?”.
Schofield, el actor trans, se hace la misma pregunta.
“Cada serie quiere un episodio con un personaje trans”, dijo, por lo general una mujer trans. “Pero eso es solo un personaje. ¿Qué hay con los demás? Yo podría ser el profesor. Podría ser el camarero”.
“Somos parte del tapiz del mundo”, manifestó. “Deberíamos estar en pantalla”.
Jocelyn Noveck – AP / OnCuba