El gobierno del presidente Donald Trump anunció la derogación de una norma ambiental emblemática que durante 25 años protegió cerca de 58 millones de acres (23 millones de hectáreas) de bosques nacionales vírgenes en Estados Unidos.
La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, comunicó la decisión durante una reunión de la Asociación de Gobernadores del Oeste en Santa Fe, Nuevo México. La norma derogada bloqueaba la tala, la minería y la construcción de caminos en un tercio de la masa boscosa federal.
Rollins calificó la llamada “Regla sin carreteras” de 2001, promulgada al final del mandato de Bill Clinton, como “obsoleta” y “excesivamente restrictiva”, y defendió que su eliminación permitirá una gestión “más sensata” de los bosques bajo control del Gobierno.
La medida, alineada con la agenda de desregulación ambiental de Trump, abre la puerta al desarrollo y explotación maderera en extensas áreas de bosques nacionales, incluidos ecosistemas críticos como el Bosque Nacional Tongass en Alaska, el mayor bosque templado lluvioso del planeta, donde el 92 % del territorio estaba protegido por la norma.
El Departamento de Agricultura sostiene que la derogación de la norma permitirá combatir mejor los incendios forestales y promover la producción nacional de madera.
Trump administration declares end of the road for Clinton-era roadless rulehttps://t.co/aBFXYg7PVj pic.twitter.com/XMeaLW8PxR
— The Washington Times (@WashTimes) June 25, 2025
Voces de protesta
Grupos ambientalistas y defensores de la vida silvestre advirtieron que la derogación representa una amenaza directa para la biodiversidad, la calidad del agua y la integridad de los ecosistemas forestales.
“El Gobierno está entregando nuestros bosques a la industria en lugar de protegerlos”, fustigó Drew Caputo, abogado de Earthjustice, quien adelantó que recurrirán la decisión ante los tribunales.
Según Vera Smith, de Defenders of Wildlife, la medida es “un golpe devastador” para los hábitats de especies en peligro y los servicios ambientales que brindan estos bosques.
Estados Unidos alberga cerca de 193 millones de acres de bosques nacionales, distribuidos en 155 reservas que cubren aproximadamente el 8.5 % del territorio continental.
La “Regla sin carreteras” protegía alrededor del 30% de esa superficie, considerada clave para la conservación, la recreación y la mitigación del cambio climático.
Trump, un negacionista
La derogación de la norma forma parte de una serie de acciones recientes de la Administración Trump para revertir regulaciones ambientales, incluidas restricciones a la contaminación de vehículos y plantas de energía, y la promoción de combustibles fósiles como prioridad energética nacional.
La decisión ha reavivado el debate sobre el futuro de los bosques estadounidenses y el equilibrio entre desarrollo económico y protección ambiental, en un país donde cada año se pierden millones de hectáreas de cobertura forestal y la presión sobre los ecosistemas sigue en aumento.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump, quien no se esconde para negar el cambio climático, retiró al país del Acuerdo de París, debilitó regulaciones clave de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y promovió la expansión de la industria de combustibles fósiles, priorizando la extracción de petróleo, gas y carbón.
A su vez, su Gobierno derogó normas que limitaban las emisiones de gases contaminantes, flexibilizó las restricciones sobre metano y otras sustancias, y frenó el avance hacia energías renovables, lo que ralentizó significativamente la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en el sector energético.