El presidente Donald Trump dijo el viernes que Estados Unidos estaba “armado y cargado” para tomar represalias contra Irán por el derribo de un dron estadounidense, pero canceló los ataques con misiles 10 minutos antes de su inicio porque le dijeron que morirían 150 personas.
Trump tuiteó que Estados Unidos nunca le permitirá a Irán poseer un arma nuclear. Pero añadió que no tiene prisa para responder al derribo de un dron de vigilancia estadounidense sobre el estrecho de Ormuz. Su declaración fue el indicio más reciente de que no quiere escalar el enfrentamiento, pero que no descarta un ataque en el futuro.
Además, defendió su posición sobre Irán contra los demócratas que lo acusan de carecer de una estrategia y dijo que las sanciones económicas están paralizando la economía iraní y que habrá más.
“¡Irán nunca podrá tener armas nucleares, no contra los EE.UU. y no contra el mundo!”, remató.
….proportionate to shooting down an unmanned drone. I am in no hurry, our Military is rebuilt, new, and ready to go, by far the best in the world. Sanctions are biting & more added last night. Iran can NEVER have Nuclear Weapons, not against the USA, and not against the WORLD!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 21, 2019
Por su parte, Irán atemperó su retórica antiestadounidense después de varios días de pronunciamientos duros.
El general Amir Ali Hajizadeh, jefe de la división aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, dijo a la prensa este viernes que un avión de espionaje estadounidense con 35 tripulantes a bordo volaba cerca del avión no tripulado RQ-4A Global Hawk, pero que Irán optó por derribar únicamente el avión no tripulado. Aseguró que Irán emitió varias advertencias antes de derribar el dron con un misil.
El jueves por la noche, la Administración Federal de Aviación prohibió a las aerolíneas estadounidenses volar sobre partes de los golfos Pérsico y de Omán, y varias aerolíneas internacionales empezaron a desviar sus vuelos de la zona, entre ellas British Airways, la australiana Qantas, la alemana Lufthansa y la holandesa KLM.
Los sucesos de la noche pusieron de manifiesto los riesgos graves de un conflicto militar entre fuerzas estadounidenses e iraníes a medida que el gobierno de Trump combina su campaña de “máxima presión” con el envío de más efectivos militares a la región. El mundo crecen los temores de que un bando u otro cometa un error grave que conduzca a una guerra.