Negociadores del Congreso trabajaban el viernes en pro de un acuerdo sobre la seguridad fronteriza en medio de indicios de que la Casa Blanca se está preparando para aceptar un pacto bipartidista que le daría al presidente Donald Trump una fracción del dinero que ha exigido para erigir un muro en la frontera con México.
Los participantes dijeron prever que el dinero para las barreras físicas sea bastante menos de los 5.700 millones de dólares que Trump ha solicitado para comenzar la construcción de su muro, que ha adquirido un significado icónico para él y sus partidarios conservadores.
En un indicio del poder de negociación que ha perdido durante un enfrentamiento que ha dominado las primeras semanas en que los demócratas han ejercido la mayoría en la Cámara de Representantes, parece seguro que la cantidad estará mucho más cerca de 1.600 millones de dólares, dijeron los participantes, una cifra que aparecía en un proyecto de ley bipartidista en el Senado el año pasado.
“Estamos trabajando para eso”, dijo la representante demócrata Lucille Roybal-Allard, una de los negociadores.
Si se alcanza un acuerdo ello también evitaría caer en un nuevo cierre gubernamental parcial el próximo fin de semana. Trump ha advertido que podría provocar un nuevo cierre en las agencias si no se sale con la suya, pero esa amenaza se ha quedado sin bases reales debido a la firme oposición de los legisladores republicanos desgastados por el cierre gubernamental récord de 35 días que él inició en diciembre.
Un asesor de la Casa Blanca dijo que se prevé que Trump respalde cualquier solución negociada que surja, y reconoció que los legisladores republicanos no están dispuestos a aceptar otro cierre. El asesor habló a condición de guardar el anonimato para poder describir las conversaciones internas.
Junto con una expectativa generalizada de que en el acuerdo no se utilizará el término “muro”, el pacto representaría una batida en retirada significativa para Trump, para el que la consigna “¡construye el muro!” ha sido un grito de batalla desde su campaña presidencial.
Los demócratas parecieron trazar una línea firme en cuanto al nivel de gasto.
“Durante todas las conversaciones, los demócratas han insistido en que una solución negociada en torno a la seguridad fronteriza no se apoye excesivamente en las barreras físicas”, dijo Evan Hollander, portavoz de los demócratas que controlan la Comisión de Asignaciones Presupuestarias. “No accederemos a un financiamiento de 2.000 millones de dólares para barreras”.
En otro indicio de que Trump estaba preparándose renuentemente a ceder terreno, la Casa Blanca ha estado sopesando aceptar el acuerdo, pero también en utilizar un decreto para asegurar financiamiento adicional para barreras sin la aprobación de los legisladores. El plan fue descrito por dos personas al tanto de los planes de la Casa Blanca que hablaron a condición de guardar el anonimato porque no están autorizadas a declarar públicamente.
Según lo que Trump haga, una acción así podría desatar demandas o votaciones de desaprobación en el Congreso.