El Papa hizo una de sus críticas más duras al aborto en su audiencia semanal de los miércoles. Comenzó diciendo: “no está bien” tomar una vida humana, no. importa lo pequeño que sea”. Luego comparó el procedimiento con “contratar a un sicario para resolver un problema”.
El pontífice le dijo a su audiencia en la Plaza de San Pedro que “un enfoque contradictorio de la vida permite la supresión de la vida humana en el vientre de la madre para salvaguardar otros valores. ¿Cómo puede un acto que suprime una vida inocente e indefensa mientras florece ser terapéutico, civil o, simplemente, humano?”.
Los grupos feministas en Italia han estado luchando para garantizar el acceso seguro al aborto en medio de una campaña creciente de políticos de derecha y grupos anti aborto para imponer restricciones al procedimiento o prohibirlo por completo.
Un grupo de concejales de Verona, liderados por la extrema derecha de la Liga, declararon la semana pasada que esa ciudad del norte de Italia era “pro-vida”. Impulsaron una iniciativa que “penaliza el aborto y promueve la maternidad” a través, por ejemplo, de un proyecto que permite a las mujeres renunciar de forma anónima a sus bebés y darlos en adopción.
A pesar de la ley en Italia, que no penaliza el aborto y lo habilita, es extremadamente difícil para las mujeres italianas acceder a un aborto seguro ya que más del 70 por ciento de los ginecólogos se niegan a interrumpir los embarazos “por razones morales”.
Poco después de convertirse en pontífice en 2013, Francisco parecía estar cultivando una postura más suave hacia temas como el aborto y la homosexualidad, venía diciendo que la iglesia católica debe pasar de tales argumentos y “curar heridas” mientras se centra en la “compasión y la misericordia”.