El papa Francisco, hospitalizado desde hace una semana por una neumonía, no está “fuera de peligro” y permanecerá ingresado “al menos toda la próxima semana”, aunque no se encuentra conectado a ninguna máquina y hace bromas, informaron sus médicos este viernes, según reveló un despacho de la agencia francesa AFP.
“El papa no está fuera de peligro”, afirmó el doctor Sergio Alfieri en el hospital Gemelli de Roma, donde el pontífice de 88 años está ingresado desde el viernes pasado.
Por eso se aconseja, “por prudencia”, mantenerlo hospitalizado “al menos toda la próxima semana”, añadió.
El doctor Alfieri y el médico personal de Francisco, el doctor Luigi Carbone, ofrecieron este viernes la actualización detallada sobre la condición del pontífice, diciendo que está animado y de buen humor y que ocasionalmente recibe oxígeno suplementario cuando lo necesita, respondiendo bien a la terapia farmacológica reforzada que le fue prescrita.
“Si lo enviamos a Santa Marta [la residencia del papa en el Vaticano] volverá a trabajar como antes”, argumentó Alfieri y coincidió con el criterio de otros expertos en que el Obispo de Roma debe bajar el ritmo de labores.
Por su parte, el Vaticano informó que el jesuita argentino había pasado otra noche sin incidentes y que en la mañana “se levantó y desayunó”.
El Papa recibe estos días a sus colaboradores más cercanos, lee, firma documentos y hace llamadas telefónicas, indicó la Santa Sede.
“El estado clínico del Santo Padre mejoró ligeramente. Está apirético [sin fiebre] y sus parámetros hemodinámicos [circulación sanguínea] siguen estables”, agregó el comunicado vaticano.
Conjeturas sobre el fin del papado franciscano
La hospitalización del jefe de la Iglesia católica, la cuarta desde 2021, ha atizado las conjeturas sobre su futuro, ya que el pontífice pasó por una serie de problemas en los últimos años, desde operaciones de colon y del abdomen hasta dificultades para caminar, lo que le ha obligado a trasladarse en silla de ruedas.
Un “cuadro clínico complejo” mantiene al papa Francisco en absoluto reposo
La inquietud sobre su salud fue en aumento tras la difusión de falsas informaciones en redes sociales, sobre todo en X, que reportaban su muerte en varios idiomas.
“Sé que algunos por ahí dicen que ha llegado mi hora, ¡siempre me traen mala suerte!”, respondió Francisco, según la prensa italiana, a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, cuando lo visitó esta semana.
Los médicos dijeron que no había pruebas de que los gérmenes hubieran ingresado a su torrente sanguíneo- una condición conocida como sepsis, la cual sigue siendo la mayor preocupación, dado su potencial para ocasionar una insuficiencia orgánica y la muerte.
Las dudas sobre su permanencia al frente de la iglesia romana, a la que siguen más de mil 300 millones de fieles, ha estado en el aire incluso desde que Benedicto XVI se convirtió en el primer papa en 600 años en retirarse cuando llegó a la conclusión, en 2013, de que no tenía la fuerza física para continuar con las exigentes demandas del cargo.
“Todo es posible”, dijo el jueves el cardenal Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, Francia, en tanto su colega Gianfranco Ravasi sugirió que era más que una simple posibilidad.
“No hay duda de que si él (Francisco) estuviera en una situación donde su capacidad de tener contacto directo (con las personas) como le gusta hacer… estuviera en riesgo, entonces creo que podría tomar la decisión de renunciar”, dijo Ravasi, según la radiodifusora RTL 102.5.
Carta de renuncia preparada desde 2013
En 2022, Francisco confirmó que poco después de ser elegido pontífice en 2013, escribió una carta de renuncia en caso de que algún problema médico le impidiera cumplir con sus deberes.
En el Derecho canónico no existe ninguna disposición sobre qué hacer si un papa queda incapacitado.
Sin embargo, hasta el minuto presente no hay indicios de que Francisco esté incapacitado de alguna manera o que considere la posibilidad de renunciar.
Durante su estancia en el hospital ha continuado su trabajo, incluido el nombramiento de obispos.
La prensa recordó que tras una estancia en el hospital en 2021, Francisco se molestó al enterarse de que algunos clérigos supuestamente ya preparaban un cónclave para elegir a su sucesor, en la mejor tradición de rumores, intrigas y conspiraciones que han sucedido desde los albores de la iglesia católica como institución en el siglo IV d.C.