Una China golpeada con un 145 % de aranceles por Estados Unidos, recibió con los brazos abiertos al jefe del gobierno de España, Pedro Sánchez, quien concluye este viernes su gira asiática justo con una reunión con el presidente chino Xi Jinping.
Luego de pasar dos días en Vietnam y reunirse con las principales autoridades del país indochino, Sánchez llegó a Pekín de manera oficial en un escenario de máxima tensión entre las dos principales potencias mundiales, con aranceles cruzados disparados.
En medio de su pequeña gira asiática, el presidente español fue sorprendido por el último giro dado por Trump este miércoles, cuando anunció una tregua parcial de 90 días a los aranceles a todos los países del mundo —incluida España y la Unión Europea— y una subida al 104% a China, que a su vez ha incrementado las tasas a los productos de Estados Unidos hasta el 84%.
Desde Vietnam, el jefe del Ejecutivo de España celebró esta pausa de tres meses a los aranceles. Sánchez dijo que era “una puerta a la negociación” y al acuerdo entre países e insistió en que “nadie gana” en una guerra comercial, refieren reportes de prensa.
Washington reacciona
La cumbre entre Sánchez y Xi está marcada por las palabras del secretario del Tesoro de Trump, Scott Bessent, quien criticó el planteamiento de que Europa debería buscar un mayor alineamiento con China ante el giro de las políticas comerciales estadounidenses y atribuyó esa postura al Gobierno de España.
Bessent advirtió que alinearse con China sería “cortarse el cuello”, sugiriendo que España debería tener cuidado al distanciarse de la política comercial de Washington.
Firme defensor de los aranceles, el directivo del Departamento del Tesoro acusó a China de ser el “mayor actor” en la escalada del sistema de comercio global y de abusar de los aranceles para amenazar y chantajear a otros países.
Pekín devuelve el golpe
Ante las críticas estadounidenses, China salió en defensa de Sánchez. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lin Jian, respondió contundentemente a Bessent acusando a Estados Unidos de “estrangular” a otros países mediante los aranceles y la intimidación.
Lin Jian elogió los lazos comerciales entre China y España, y destacó que el comercio bilateral superó los 50 000 millones de dólares en 2024, mientras las exportaciones españolas a China aumentaron un 4,3%.
El portavoz pekinés también resaltó la cooperación entre empresas chinas y españolas en el sector de las energías renovables, así como la colaboración en foros multilaterales como la ONU y la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“La cooperación chino-española siempre ha dado impulso a las economías de ambos países y al desarrollo del mundo”, afirmó Lin, citado por despachos periodísticos.
La postura de La Moncloa
Pedro Sánchez defiende su acercamiento a China, país al que ha visitado en tres oportunidades, y a otras naciones como Vietnam como una estrategia para diversificar las alianzas comerciales de España, la cuarta economía de la Unión Europea, y reducir la dependencia de Estados Unidos.
El presidente español afirma que “España defiende un mundo de puertas abiertas” y que el comercio une a los pueblos y los hace más prósperos.
“Solo el multilateralismo y la solidaridad entre naciones pueden hacer frente a este tipo de desafíos globales. Solo hacen falta unas reglas justas. Esa es la hoja de ruta de Europa. Y ahora no solo vamos a mantenerla, sino que vamos a ampliarla”, aseguró Sánchez para reivindicar su viaje.
Por su parte, el canciller español, José Manuel Albares, en igual tesitura, ponderó la necesidad de que Europa mire hacia otros socios comerciales, como Mercosur, China e India.
Albares dijo que España busca dejar una “huella profunda” en Asia en los próximos años, una región donde considera que España no tiene una presencia tan fuerte como en otras partes del mundo.