Tal como se esperaba, España superó a China este lunes en cuanto a casos confirmados de la COVID-19 al tiempo que la pandemia llevó al límite a un gran número de hospitales españoles. Mientras, en Estados Unidos, las muertes por coronavirus en Nueva York superaron las 1.000 y el presidente Donald Trump decidió extender la recomendación de permanecer en casa por un mes, en un cambio abrupto con respecto a lo que sostenía hasta ahora.
Con una población de apenas 47 millones de personas, en contraste con los 1.400 millones de habitantes de China, la cifra de contagios en España alcanzó los 85.195, un incremento de 8% en comparación con el día previo, pero una reducción de los aumentos anteriores que se habían disparado hasta en un 20%. Las autoridades también reportaron 812 nuevos fallecimientos, lo que eleva su total de decesos confirmados a 7.340.
Los expertos aseguran que esas cifras –y las de todos los países del mundo– son mucho menores que el impacto real de la pandemia, debido a las limitaciones para realizar las pruebas, a irregularidades en el conteo y a que no han sido detectados casos leves.
El número de muertes en España e Italia representan más de la mitad de las más de 36 mil ocurridas a nivel mundial a causa de un virus que ha alterado la vida de miles de millones de personas y devastado la economía en todo el mundo. Los sistemas de salud de ambos países están cerca de venirse abajo por la carga de atender al mismo tiempo a una enorme cantidad de pacientes desesperados.
Al menos seis de las 17 regiones de España se encuentran en el límite de camas en las unidades de cuidados intensivos de sus hospitales y tres más están cerca del límite, indicaron las autoridades este lunes. Cuadrillas de trabajadores construyen frenéticamente más unidades hospitalarias.
Carca de 15% del total de los contagiados en España, aproximadamente 13 mil, son trabajadores del sector salud, lo que merma los esfuerzos de los hospitales para ayudar al tsunami de personas con serios problemas respiratorios.
En Madrid, ciudad azotada por el virus, las banderas ondearon a media asta en un período oficial de duelo. Durante un minuto de silencio por las víctimas de la COVID-19, la plaza central de la Puerta del Sol madrileña lucía vacía con el doblar de las campanas.
Ante la situación que atraviesa el país, el gobierno español implementó normas más severas de confinamiento este lunes para sus 47 millones de habitantes. Las medidas fueron tomadas pese a que las autoridades afirmaron que las dos semanas previas de confinamiento empezaron a generar resultados con una desaceleración de la propagación del COVID-19, y a que líderes empresariales consideran que podrían causar un daño irreparable a la economía.
Sólo los trabajadores de hospitales, cadenas de supermercados y otras industrias esenciales tienen autorizado laborar hasta finales de Pascua, a mediados de abril. En un llamado a la población española a “hibernar”, como lo describió un integrante del gabinete del gobierno de coalición de izquierda de España, se pidió al resto de los habitantes a recortar sus actividades a un nivel de fin de semana.
Italia, por su parte, registra por mucho el mayor número de muertes en un país por la pandemia, con más de 11.500 reportadas. No obstante, el aumento de casos nuevos continúa reduciéndose y la cantidad de personas recuperadas alcanzó otro récord, al comenzar la tercera semana de un encierre colectivo.
En total, 14.620 personas se han recuperado en esa nación, incluyendo la marca de 1.590 en las últimas 24 horas.
Mientras, en un drástico cambio de estrategia, Trump amplió en otros 30 días, hasta finales de abril, las recomendaciones federales de que los estadounidenses se quedaran en casa para frenar la propagación del virus. El mandatario anunció la decisión después de que el doctor Antony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, dijera que hasta 200.000 estadounidenses podrían morir y millones contagiarse si no se mantenían las cuarentenas y medidas de distanciamiento social.
“Queremos asegurarnos de que no pensamos de forma prematura que nos va muy bien”, dijo Fauci.
Estados Unidos tiene ya más de 150 mil casos –una barrera que superó este lunes– y 2.800 muertes, según la Universidad Johns Hopkins, dentro de las más de 765 mil personas infectadas en todo el mundo. Los expertos señalan que las situaciones críticas en hospitales de Italia y España no tardarán en reproducirse en el país norteño.
Trump: pico de mortalidad probablemente se alcanzará en dos semanas
En Rusia, el presidente Vladimir Putin pidió a todos los ciudadanos que se quedaran en casa, y el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, instauró una estricta cuarentena para todos los habitantes de la ciudad salvo trabajadores en sectores esenciales.
“El muy negativo giro de los acontecimientos que estamos viendo en las grandes ciudades europeas y estadounidenses causa una gran preocupación por la vida y la salud de nuestros ciudadanos”, dijo Sobyanin.
En la capital rusa, una ciudad de 13 millones de personas, se utilizará un sistema de monitoreo electrónico para controlar el cumplimiento de la cuarentena, añadió el alcalde, advirtiendo que “endureceremos de forma continuada los controles necesarios”.
Allí se han localizado más de 1.200 de los 1.836 casos de coronavirus en Rusia, y las cifras suben con rapidez. El primer ministro, Mikhail Mishustin, ha dicho a los gobernadores regionales que se preparen para las mismas medidas estrictas de la capital.
La Comisión Nacional de Salud china reportó el lunes 31 casos nuevos del virus, uno de ellos por contagio local. En el pico de las restricciones en China, unos 700 millones de personas tenían orden de quedarse en casa, aunque esas cuarentenas se están suavizando.
Los casos por todo África llegaron a 5.000 a lo largo de 46 países. Zimbabue inició un período de confinamiento de tres semanas el lunes y más ciudades de todo el continente se encuentran en paro de actividades.
En la mayoría de los pacientes, el virus causa síntomas leves o moderados como fiebre y tos, que duran unas pocas semanas. Pero otros, especialmente ancianos y personas con problemas médicos previos, pueden morir o sufrir complicaciones graves como neumonía.
Hasta el momento, más de 160 mil personas se han recuperado.
Es muy grave en todo el mundo!