La Guardia Costera de Estados Unidos deportó este viernes a 260 haitianos interceptados en dos operaciones marítimas frente a las costas de Haití y Cuba.
Una de las operaciones se llevó a cabo a unos 32 kilómetros (20 millas) al sur de las costas de Cuba, donde fueron hallados 77 haitianos en un carguero de vela.
Tras desembarcar la hacinada embarcación, esta fue destruida por la Guardia Costera porque representaba “un peligro para la navegación”. La institución no informó de heridos o problemas médicos importantes entre los inmigrantes deportados hoy.
Entre tanto, el miércoles la Guardia Costera interceptó a un carguero con 183 haitianos a bordo a unos 58 kilómetros (36 millas) de Cap Du Mole (Haití). Este buque también fue destruido por las mismas razones de seguridad.
Desde el 1 de octubre de 2020, cuando comenzó el actual año fiscal, las tripulaciones de la Guardia Costera han interceptado a 1119 inmigrantes haitianos en el Estrecho de Florida, en comparación con los 418 del total del pasado año fiscal.
La Guardia Costera señaló que devuelve rutinariamente a su país de origen a aquellas personas interceptadas en el mar que viajan bordo de embarcaciones no aptas para navegar, en aras de evitar la pérdida de vidas en el mar.
“No podemos enfatizar lo suficiente en lo peligrosos que son estos viajes”, dijo Jared Trusz, comandante de la Guardia Costera.
Entre tanto, el Gobierno de Estados Unidos confirmó este viernes que ya no quedan migrantes, en su mayoría haitianos, en un campamento improvisado hace semanas bajo un puente de la frontera con México, que abrió un nuevo capítulo en la crisis migratoria que afronta el presidente Joe Biden desde su llegada a la Casa Blanca.
El secretario de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) de EE.UU., Alejandro Mayorkas, anunció que “ya no hay migrantes en el campamento debajo del puente” de la localidad de Del Río, por donde han pasado desde el 9 de septiembre unas 30 000 personas, con hasta 15 000 el día que más hubo.