Un empleado del gobierno estadounidense en el sur de China se quejó de sensaciones extrañas como zumbido en el oído y presión craneal, informó el miércoles el Departamento de Estado en un incidente semejante al de estadounidenses en Cuba que luego se enfermaron.
En un aviso por correo electrónico enviado a ciudadanos estadounidenses en China, la dependencia dijo que por ahora se desconoce el origen de los síntomas reportados en la ciudad de Guangzhou, donde hay un consulado norteamericano.
“Un empleado del gobierno estadounidense en China reportó recientemente sensaciones sutiles y vagas, pero anormales, de sonido y presión”, dice el aviso. “El gobierno estadounidense se toma en serio estas quejas y le ha participado a su personal en China de esta situación”.
El departamento aclaró que no está al tanto de que otras personas en China sufren de esos mismos síntomas, ni dentro ni fuera de la comunidad diplomática. La persona que se quejó de las sensaciones extrañas no fue identificada, y no se especificó cuándo surgieron los síntomas.
Ni el Ministerio de Relaciones Exteriores ni la Comisión Nacional de Salud de China respondieron de inmediato a preguntas sobre el tema.
A pesar de un comercio anual que asciende a miles de millones de dólares, China y Estados Unidos son rivales estratégicos por influencia en Asia. Las tensiones con frecuencia afloran en forma de denuncias de comercio injusto, robo de información confidencial, violaciones de derechos humanos y ventas de armas a Taiwán.
El año pasado en Cuba, miembros del personal diplomático estadounidense y sus familiares se quejaron de una variedad de padecimientos, entre ellos el de estar escuchando sonidos extraños. La mayoría de los casos se reportaron por mayo de 2017.
La situación generó tensiones entre Cuba y Estados Unidos, y las autoridades han manejado teorías como ataques sónicos, ondas electromagnéticas o un estropeado aparato de espionaje.
En octubre pasado, el Departamento de Estado retiró a todo el personal no esencial de su embajada en Cuba a salir del país, bajo el argumento de que no podía garantizar su integridad física tras el padecimiento que dejó enfermos a por lo menos 24 estadounidenses.
Los síntomas reportados varían drásticamente de persona a persona. Unos sufrieron pérdida auditiva o contusiones permanentes, mientras otros tenían náuseas, jaquecas o zumbidos en el oído. Algunas han perdido la capacidad de concentrarse o de expresar ciertas palabras, según un reportaje de The Associated Press.
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AP / OnCuba