Un par de encuestas sobre religión y un estudio del Pew Research Center, confirma una tendencia observable en la vida cotidiana en varios países de Europa: niños que fueron criados como cristianos, al hacerse adultos, abandonaron la religión.
España es el tercer país de Europa donde más se manifiesta este comportamiento. Por delante estarían solo Noruega y Bélgica empatados en el mismo rango y Países Bajos.
La investigación informa que en España más de 12 millones de personas adultas dejaron de ser cristianos durante su vida.
El análisis se basó en unas 54,000 consultas realizadas en 34 países europeos entre 2015 y 2017.
Según un extenso reporte del diario El País, el 31% de los españoles no cree en Dios y del 64% afirma que sí cree, y, al mismo tiempo, una mayoría de 60% tiene dudas.
Para el 22% de los ciudadanos la religión cristiana es importante en su vida. El 23% acude a misa cada mes o reza cada día.
Entretanto, alrededor del 75% es partidaria de separar la Iglesia del Estado.
El País recuerda que durante siglos la idea de España ha estado muy vinculada al cristianismo.
Sin embargo, según la consulta, este valor ya no es reconocido por los propios españoles como algo especial en su identidad nacional.
Tres de cada cinco encuestados españoles no asocian España al cristianismo.
Sin embargo, desde afuera se le sigue reconociendo gran importancia a la fe dentro de la identidad española, más que en muchos otros países de Europa occidental.