El movimiento “chalecos amarillos” de Francia volvió a salir a las calles este sábado para continuar presionando al gobierno del presidente Emmanuel Macron y denunciar la gran cantidad de personas que han salido lesionadas en las manifestaciones lo que atribuyen a la violencia policial.
Se esperan múltiples protestas en París y otras ciudades para denunciar las políticas económicas de Macron, que los críticos dicen que favorecen a los ricos, en la 12ma semana consecutiva de manifestaciones.
Esta semana, los manifestantes en la capital francesa quieren rendir homenaje a los chalecos amarillos que han resultado lesionados por los enfrentamientos con la policía.
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El gobierno dijo que alrededor de 2 mil personas han resultado lesionadas en las protestas desde que comenzó el movimiento el 17 de noviembre, incluidos al menos cuatro con serias lesiones oculares. Por otro lado, 10 personas han muerto en incidentes viales debido a las acciones de los chalecos amarillos.
Cientos de manifestantes se reunieron al mediodía en una plaza en el oriente de París y, entre cánticos en contra del gobierno, se dirigían hacia la plaza de la República, en el noreste del centro de la ciudad.
Jerome Rodrigues, un reconocido miembro del movimiento que sufrió una lesión ocular la semana pasada, fue recibido con aplausos de los reunidos.
Sigue abierta una investigación de la policía francesa para determinar cómo se lesionó Rodrigues. Videos muestran que Rodrigues cayó al piso el sábado pasado cerca del monumento de la Bastilla, en donde manifestantes lanzando proyectiles se enfrentaron con la policía que buscaba dispersarlos.
El Consejo de Estado francés falló el viernes que las fuerzas de seguridad tienen el derecho de utilizar unos lanzadores de bolas de goma de alta velocidad para controlar a las masas.
Alrededor de 69 mil personas participaron en las protestas la semana pasada, por debajo de las 80 mil de hace dos fines de semana, según el Ministerio del Interior.