Negociadores de alrededor del mundo iniciaron dos semanas de conversaciones para combatir el cambio climático, tres años después del logro del Acuerdo de París que fijó la meta de mantener por debajo de los 2 grados Celsius (3,6 grados Fahrenheit) el calentamiento global.
Representantes de casi 200 países se reunieron en Katowice, en el sur de Polonia, un día antes de lo previsto, para la reunión de la ONU que durará hasta el 14 de diciembre.
Los ministros y jefes de gobierno empezarán a llegar el lunes, cuando el anfitrión Polonia pedirá la aprobación de una declaración conjunta a favor de una “transición justa” para las empresas de combustibles fósiles que podrían cerrar.
El encuentro recibió un espaldarazo este fin de semana cuando 19 de las 20 naciones que integran el Grupo de los 20 se comprometieron, en una cumbre en Buenos Aires, a mantener los principios del Acuerdo de París. El único país que se negó fue Estados Unidos, que anunció bajo la presidencia de Donald Trump que se retiraba del pacto.
“A pesar de la inestabilidad geopolítica, el conceso climático resulta muy resistente”, dijo Christiana Figueres, exjefa de la agencia climática de la ONU.
“Se ha dicho que la administración federal de Estados Unidos, un país que cada vez siente más la fuerza completa del cambio climático, se sigue negando a escuchar la voz objetiva de la ciencia cuando se trata de cambio climático”, agregó.
Mencionó un reporte de expertos que advierte de las consecuencias de permitir que las temperaturas suban más de 1,5 grados (2,7 Fahrenheit).
La reunión de Katowice se considera una prueba de la voluntad de los países de respaldar sus notables, pero distantes, objetivos con medidas concretas, algunas que ya causan fuertes protestas. Otra prioridad en la agenda es el reglamento de París, que determinará cómo registran y reportan los gobiernos sus emisiones de gases causantes del efecto invernadero y sus esfuerzos por disminuirlos.