Dianelys C.H., la acusada de asesinar a un hombre el 4 de agosto de 2018 en Cabo Blanco (Arona, Tenerife), ha asegurado que agarró un cuchillo de cocina para defenderse de la víctima (Ibrahim H.) y que, antes de los hechos, éste había tocado a su hija de 8 años mientras dormía en otra habitación.
Durante la apertura del juicio oral con jurado popular en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, la encausada ha mostrado su arrepentimiento por los hechos, que ha reconocido, y por los que ha perdido perdón, y también añadió que todos los problemas que ha tenido a lo largo de su vida han derivado de las drogas.
Dianelys C.H. ha contado en sus respuestas a las distintas partes que llegó al domicilio de la víctima el 3 de agosto de hace dos años ya drogada y con su hija, porque, entre otras razones, su marido no quería que estuviese en su casa en ese estado.
Ibrahim H. accedió a que entrase en su vivienda y a recibir 50 euros de Dianelys C.H. para que la niña durmiese en una habitación aparte.
Ya por la mañana, tras toda la noche consumiendo, la encausada fue al baño con ganas de orinar y, cuando volvió al salón del domicilio, comprobó que Ibrahim no estaba ahí.
Entonces, Dianelys C.H. ha contado que accedió a la habitación de su hija y vio cómo Ibrahim tocaba a la niña tras subirle el vestido y bajarle las bragas.
Entonces la madre se quedó impactada, le pidió explicaciones y lo tachó de “degenerado”, además de decirle que llamaría a la policía, ante lo cual el hombre se puso violento.
Luego, la acusada ha declarado que accedió a la cocina y agarró lo primero que vio (un cuchillo), y que él se acercó a ella cuando le vio con el cuchillo. Comenzaron ambos un forcejeo en el salón que continuó en el baño.
A partir de ahí, declara no recordar dónde ni cuántas veces apuñaló a Ibrahim H., pero sí que él le tiraba de los pelos y le insultaba, y que le llegó a decir: “Te voy a violar a ti y a tu hija por estar en mi casa (…) cuando te quite el cuchillo, te mataré”.
Después, él se marchó por su propio pie y Dianelys sintió que estaba fuera de peligro. Ha negado asimismo que pasase por encima de su cuerpo mientras se iba, y no supo en aquel momento que estuviese muerto.
Según su versión, se asustó mucho y salió de la vivienda con su hija. Ha negado que, en el momento de los hechos, la niña le dijese “mamá, basta ya”, y fue al aeropuerto “por miedo”: “Siempre supe que no iría a ninguna parte, ¿a dónde iba a ir yo?”, ha rematado.
Pero, según el escrito, la encausada abordó al hombre (Ibrahim H.) por la espalda, mientras estaba en el cuarto de baño, y le asestó una puñalada por la parte alta de la espalda de forma sorpresiva.
La mujer llegó a propinarle 21 heridas con un cuchillo “de grandes dimensiones”, añade la acusación, por los hombros, la zona escapular, las clavículas, la cabeza, la cara, el tórax (perforando incluso un lóbulo del pulmón derecho) y por debajo de la rodilla izquierda.
El hombre evitó sin éxito recibir más puñaladas, y ambos forcejearon hasta alcanzar la puerta de entrada del domicilio y las escaleras de salida del edificio.
Cuando consiguió zafarse de la encausada, malherido, pidió auxilio por la calle y se desplomó. Recibió entonces atención médica, pero falleció finalmente a las 12:36 en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria ante la gravedad de las heridas.
Dianelys C.H. abandonó entonces el lugar de los hechos, “despreocupándose totalmente del estado” de la víctima, se fue a su casa, se duchó, se cambió de ropa y se dirigió al aeropuerto, donde compró un billete con la intención de abandonar la isla hacia Cuba, de donde es originaria.
Pero antes fue detenida por la Guardia Civil, apunta el relato del Ministerio Público.
El fiscal del caso ha añadido durante la primera jornada que Dianelys fue acusada y condenada un año antes de los hechos del procedimiento actual porque, tras dos o tres días consumiendo en la misma casa de Ibrahim H. y de dejar para ello a su hija menor a cargo de una amiga, alegó luego ante agentes de la Guardia Civil que había sido secuestrada y violada durante ese tiempo.
La hija menor de edad (8 años) presenció los hechos descritos por la Fiscalía, según una de las acusaciones particulares. Acompañó igualmente a su madre en el camino de vuelta a su casa, tras los hechos.
El padre del fallecido y el hermano por parte de madre del mismo se han personado en la causa.
Dichas acusaciones piden entre 17 y 25 años de prisión por un delito de asesinato, y subsidiariamente, si se le atribuye un delito de homicidio, 15 años, además de las indemnizaciones a los familiares de Ibrahim H.
La Fiscalía acusa a la mujer en su escrito de acusación de un delito de asesinato y pide por ello 17 años de prisión y una indemnización de 300.000 euros a los familiares de la víctima.
La defensa, sin embargo, entiende que los hechos no ocurrieron como lo relata la Fiscalía, y ha asegurado que Dianelys C.H. no es culpable de los delitos que le acusan.
La letrada defensora ha explicado que parte de un delito de lesiones en concurso con un homicidio imprudente con dos atenuantes: legítima defensa y drogadicción.
Además, deberá resolverse a lo largo del juicio, en su opinión, por qué Dianelys mató a Ibrahim, es decir, el motivo fundamental de un hecho que, según la defensa, la encausada ya reconoce.
Que tragedia!