Este jueves volvió a los tribunales de Aviñón, Francia, la mujer a quien su marido drogaba para que,aprovechando su estado de inconsciencia, otros hombres la violaran. Su nombre es Gisèle Pélicot y quiere que su testimonio sirva para que ninguna otra mujer sufra “sumisión química”.
El juicio se celebra contra 51 acusados que ha querido que el proceso se haga en público para mostrar detalles de este caso estremecedor.
“Para mí el mal está hecho”, señaló Gisèle Pélicot, que tiene ahora 71 años, durante su primera intervención ante el Tribunal de lo Criminal de Vaucluse, citada por la agencia Efe.
En Aviñón, Francia, hoy ha declarado por primera vez, Gisèle Pélicot, la mujer a la que su marido drogaba para que otros la violaran. Hay 51 acusados
Ella ha querido que el proceso sea público para que se sepa todo y ninguna mujer vuelva a sufrir sumisión química pic.twitter.com/tGrfLQ2hIg
— Telediarios de TVE (@telediario_tve) September 5, 2024
Luego, añadió que renunció a que el proceso se lleve a cabo a puerta cerrada “en nombre de todas esas mujeres que tal vez nunca serán reconocidas como víctimas”.
Según los periodistas presentes en la sala en la cuarta jornada del juicio, su voluntad es que con su testimonio “ninguna mujer sufra esta sumisión química”.
Violada inconsciente entre 2011 y 2020
De acuerdo con los instructores, Pélicot fue violada entre 2011 y 2020 por decenas de hombres con los que su marido, Dominique, había contactado por internet.
El pacto consistía en que Dominique sería testigo del momento en el cual los hombres mantenían relaciones sexuales con su mujer, que no era consciente de los hechos porque se mantenía bajo los efectos de ansiolíticos.
El caso fue descubierto en septiembre de 2020 cuando Dominique Pélicot fue detenido por los vigilantes de un supermercado de la ciudad de Carpentras, donde intentaba filmar por debajo de la falda de varias mujeres.
Cuando los policías analizaron el material informático hallaron miles de fotos y vídeos en los que aparecía su mujer inconsciente y así se supo de los abusos a los que había sido sometida Gisèle.
“Es barbarie…”
En la mañana de este jueves, Gisèle Pélicot confesó ante el tribunal que los policías le habían salvado la vida “al investigar en el ordenador del señor P.”, que es como se refirió a quien durante medio siglo ha sido su esposo y con el que está en proceso de divorcio.
“Durante 50 años, siempre apoyé a mi marido” y en ese tiempo “nos mantuvimos unidos”, señaló antes de puntualizar que su mundo “se hundió” el 2 de noviembre de 2020 cuando los dos fueron llamados a comisaría donde se les mostró los archivos descubiertos.
De la misma manera contó que le había costado reconocerse, que se vio “inerte”, “dormida” y que se dio cuenta de cómo abusaban de ella: “Violación no es la palabra correcta, es barbarie”.
“No son escenas de sexo, son escenas de violaciones. Hay dos o tres encima de mí y yo estoy inerte”, relató la víctima antes de insistir en que “me sacrificaron ante el altar del vicio”.
También criticó la postura de la mayoría de los acusados, que alegan no haber sido conscientes de que estaba drogada y de que no había consentimiento de su parte.
“Esos hombres me mancillan, se aprovechan de mí. Y ni uno solo se dice que hay algo raro”, añadió.
Cuatro meses para exponer “una monstruosidad”
Gisèle Pélicot aseguró que nunca había practicado sexo en tríos, ni intercambio de parejas, por lo cual afirmó haber quedado “estupefacta” cuando se enteró de las desviaciones sexuales de su marido, que “en 50 años de vida común, nunca tuvo gestos obscenos”.
A Dominique Pélicot le acompañan en este juicio unos 50 hombres, que han podido ser identificados y que están siendo juzgados por el delito de violación agravada, que está penado con hasta 20 años de cárcel.
Según otro despacho, este de AFP, citado por Infobae, el juicio se extenderá durante cuatro meses y busca expone la monstruosidad oculta detrás de la aparente normalidad de un matrimonio de larga data.