Aviones y helicópteros reanudaron este miércoles la descarga de agua sobre un enorme incendio que calcinaba una reserva natural en la isla griega de Evia, donde cientos de personas fueron evacuadas de cuatros pueblos y un monasterio.
Las aeronaves se concentraban en zonas donde el acceso al denso pinar era difícil por tierra. Más de 200 bomberos luchaban contra el incendio, iniciado el martes por la mañana en torno a las 3:00 de la madrugada. Un bombero voluntario fue hospitalizado por quemaduras.
El fuerte viento avivaba las llamas, socavando los esfuerzos de evitar su propagación y provocando una humareda que llegó hasta la capital griega, donde el olor a leña quemada persistió hasta el martes por la noche. La reserva natural forma parte de la red Natura 2000 de áreas protegidas de la Unión Europea.
Se esperaba que el viento remitiera a lo largo del miércoles y el departamento de bomberos dijo que la situación parecía mucho mejor que el día anterior, aunque aún no se había controlado el incendio.
El incendio tenía dos frentes activos y se había reavivado durante la noche, según las autoridades.
El martes se declaró el estado de emergencia en la zona afectada por las llamas y Grecia pidió asistencia del sistema europeo de protección civil. Italia y Croacia prometieron enviar cuatro aviones.
Grecia pide ayuda a Europa para combatir incendio https://t.co/N5REFWkzIY pic.twitter.com/GyhDqWRKJP
— Milenio (@Milenio) August 14, 2019
Más de mil bomberos combatían el martes diferentes incendios forestales en la nación helénica, que hicieron interrumpir sus vacaciones al primer ministro Kyriakos Mitsotakis, quien reconoció que las condiciones eran “excepcionalmente difíciles” y aseguró que la principal preocupación del gobierno era proteger la vida humana.
En total, 56 incendios forestales se iniciaron en el país en un período de 24 horas en los dos primeros días de la semana, aunque el de la isla de Evia era el más preocupante.
Los incendios forestales son habituales en Grecia durante los cálidos y secos meses de verano. Las autoridades han insistido en que la gente evite actividades al aire libre que puedan provocar fuego, como trabajos de soldadura, quema de rastrojos o encender hogueras y barbacoas. Los parques y zonas forestales se cierran al público en momentos de gran riesgo de incendios.
Más de 100 personas murieron el año pasado en un rápido incendio forestal en una zona costera al nordeste de Atenas, que arrasó una zona de viviendas en su mayoría vacacionales. El fuego atrapó a la gente en sus autos cuando intentaban huir, mientras que muchas otras víctimas se ahogaron cuando intentaban nadar para alejarse de playas huyendo del calor y el humo asfixiante.
AP / OnCuba