La familia de la mujer de nacionalidad cubana, Lisbet Lastre cuyo cuerpo fue encontrado junto al de su marido Erasmo Lazcano, el pasado sábado en una vivienda de Ayamonte, en Huelva, España, ha pedido que se preserve su intimidad “por el bienestar del hijo menor de la víctima”.
Lo ha hecho saber el Ayuntamiento de Ayamonte, en un comunicado remitido a los medios de comunicación, y tras la asistencia efectuada por el Centro de Información a la Mujer a familiares y allegados de esta mujer a la que el Consistorio se refiere como “última víctima mortal de violencia de género”.
Estos, han apuntado, “solicitan como deseo expreso que no se difundan imágenes de la misma, que se eviten comentarios en redes sociales, que no se realice ningún tipo de acto de repulsa, y en la medida de lo posible, preservemos su intimidad por el bienestar del hijo menor de la víctima y respetemos su dolor”.
Las cuentas de Facebook de ambos fallecidos siguen activas. En la de la madre se puede ver una conmovedora imagen, con fecha 24 de mayo en la que Lisbet Lastre demuestra su deseo por viajar a Cuba.
En uno de los comentarios el padre del niño escribió: “Si, se añora mucho. Solo queda el consuelo de que cada vez queda menos para poderlo llevar a conocer sus raices. La tierra bella que lo vio nacer.”
Esta petición se produce después de que ayer los forenses del Instituto de Medicina Legal de Huelva concluyeran las autopsias de ambos cuerpos de cuyos resultados, por el momento, no ha trascendido dato alguno, ya que sobre la causa pesa secreto de sumario decretada ayer por el Juzgado de Instrucción 3 de Ayamonte.
Estos resultados serán determinantes para corroborar si finalmente se trata de un caso de violencia machista, como en estos momentos lo investiga la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, o no.
Los cuerpos de la pareja fueron hallados en la mañana del sábado a la entrada de la vivienda, situada en un núcleo ubicado a seis kilómetros del casco urbano principal del municipio onubense.
El hombre tenía 53 años, era periodista del diario portugués Jornal do Algarve desde que abandonó su país y se mudó a España; mientras que la mujer, de unos 45 años, trabajaba en una floristería en la calle Enrique Villegas, junto al centro de la localidad.
La pareja deja un hijo de 4 años que se encuentra custodiado por su abuela materna, que a su vez está con una familia amiga de los fallecidos.
La pareja estaba separada y el marido acudió el sábado a la vivienda donde se encontraba la mujer alrededor de las 7:30 de la mañana y se produjo una discusión entre ambos.
EFE / OnCuba