El papa León XIV clausuró este domingo el Jubileo de la Juventud con una misa ante más de un millón de fieles en la explanada romana de Tor Vergata, desde donde llamó a “aspirar a cosas grandes” y defendió la idea de que “otro mundo es posible”.
“Aspiren a cosas grandes, a la santidad, allí donde estén. No se conformen con menos”, animó en su homilía, pronunciada desde el gran escenario. El evento ha sido multitudinario, el mayor del aún breve pontificado de León XIV, superando el millón de participantes, según las autoridades locales.
Desde la víspera, ciento de miles de jóvenes de todo el mundo pasaron la noche al raso en el gran campamento de Tor Vergata, equipados con mantas o sacos de dormir o reposando sus cabezas en sus propias mochilas o maletas, a la espera de la misa.
Las temperaturas por la noche fueron apacibles, aunque de madrugada una ligera lluvia sorprendió a muchos, obligándolos a improvisar refugios. Muchos se despertaron con el estruendo del helicóptero con el que el papa aterrizó en Tor Vergata para cerrar la fiesta juvenil, apunta EFE.
“Comprar, acumular, consumir no es suficiente”
Esta eucaristía, celebrada en el mismo lugar que Juan Pablo II eligió para su histórica Jornada Mundial de la Juventud del 2000, ha puesto el broche final a una semana en la que peregrinos de 146 países llegaron a Roma.
Otro momento álgido del evento se dio el viernes, cuando el Circo Máximo romano, antiguo estadio imperial, se convirtió en un gigantesco confesionario al aire libre.
Pero, según el reporte de EFE, la demostración del poder de convocatoria del nuevo papa se demostró especialmente desde la tarde del sábado, cuando los actos se trasladaron a Tor Vergata, en la periferia romana, inundada por un mar de más de un millón de peregrinos.
En su homilía, el papa instó a los muchachos a no conformarse ni a caer en una vida dictada por el mero consumismo. “Comprar, acumular, consumir no es suficiente. Necesitamos alzar los ojos”, aseveró en su discurso, leído por partes en italiano, inglés y español.
Consejos del papa
León XIV dejó numerosos consejos a los más jóvenes este fin de semana, como desconfiar de las “lógicas comerciales” de las redes sociales o construir relaciones sinceras.
También les ha emplazado a ser “misioneros de paz” en pos de “un mundo más humano”.
Sin embargo, el llamamiento más encendido y político llegó el domingo justo antes del rezo del Ángelus, cuando recordó a los chicos y chicas que sufren la guerra.
“¡Estamos con la gente joven de Gaza y con los jóvenes de Ucrania! Con todas aquellas tierras ensangrentadas por la guerra”, proclamó desde Tor Vergata, suscitando el aplauso de la muchedumbre.
Para después recordar a los muchachos que son “la señal de que un mundo distinto es posible», en el que «los conflictos no sean resueltos con las armas sino con el diálogo”, auguró.
Recuerdo de Francisco
Este Año Santo 2025, que la Iglesia celebra en su modalidad ordinaria cada cuarto de siglo, fue inaugurado por el fallecido papa Francisco, pero ha sido su sucesor el encargado de continuarlo.
Muchos de los jóvenes de hecho esperaban reencontrarse en Roma con Bergoglio, muy querido por la juventud, pero su recuerdo sobrevoló las celebraciones.
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León XIV rindió tributo a Francisco en su homilía citando una de sus frases que sirvió de mensaje final: “No nos alarmemos si nos sentimos sedientos, inquietos, incompletos, deseosos de sentido. ¡No estamos enfermos, estamos vivos!”.
Luego regresó al Vaticano, poniendo fin a estos días en los que ha podido saludar a los jóvenes católicos, recorriendo Tor Vergata en papamóvil o hablándoles desde el escenario, no sin antes citarles en la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en Seul en 2027, apunta la agencia española.