Una semana después de la invasión rusa a Ucrania, Washington ha impuesto el tercer paquete de sanciones contra Moscú, esta vez enfocado a castigar a oligarcas y funcionarios gubernamentales.
La ofensiva contra los oligarcas aliados de Vladimir Putin fue adelantada por el presidente Joe Biden el martes y seguida el miércoles por el nombramiento de un grupo de trabajo, compuesto por ocho fiscales federales, con el objetivo de incrementar la presión financiera sobre Rusia.
Las sanciones a los oligarcas comienzan con los que han invertido en bienes raíces en Estados Unidos, lo cual pudiera traer un problema para el sur de Florida. Gran parte de los rusos residentes en la zona han comprado edificios en Miami Beach, donde controlan gran parte del mercado inmobiliario.
El primer oligarca sancionado fue Alisher Usmanov, un intenso aliado del mandatario ruso con enorme influencia política sobre este. “Queremos que él [Putin] sienta el apretón, queremos que la gente a su alrededor sienta el apretón”, dijo el jueves a los periodistas la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
La medida es la más reciente de una serie de sanciones anunciadas por Washington incluso contra Putin y el Banco Central de Rusia luego de que las fuerzas rusas invadieran Ucrania en el mayor asalto a un estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Moscú llama a la invasión una “operación especial” para “desnazificar” y “desarmar” al país.
Las sanciones a Usmanov, fundador de la compañía minera rusa Metalloinvest, bloquean el uso de su propiedad en Estados Unidos y por personas estadounidenses, incluido un yate de lujo que, según la Casa Blanca, fue incautado por Alemania. Y también su avión privado.
El Departamento del Tesoro tomó la rara medida de incluir en lo que normalmente son comunicados de prensa textuales un par de fotos del superyate y el jet privado de Usmanov.
Otros blancos fueron el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a quien la Casa Blanca acusó de ser “un importante generador de la propaganda de Putin”, así como Nikolay Tokarev, director ejecutivo del gigante de la energía Transneft, junto a su esposa, su hija y sus dos empresas inmobiliarias de lujo.
También están incluidos los multimillonarios Boris y Arkady Rotenberg y varios familiares, al igual que Igor Shuvalov, un político ruso y ex viceprimer ministro de Putin que dirige la Corporación Estatal de Desarrollo.
Se dice que, excepto Peskov, todos son la fuente de una supuesta fortuna atribuida a Putin de unos 200 000 millones de dólares.
La primera semana de guerra
Esta primera semana de guerra en Ucrania ha sacudido la economía mundial. Las rápidas sanciones occidentales aislaron a Rusia, colapsaron su moneda, sus activos financieros y dispararon los precios de la energía y los alimentos.
La economía rusa de 1 500 000 millones de dólares es la undécima más grande del mundo, según datos del Banco Mundial.
Hace una semana, Rusia estaba haciendo un excelente comercio de energía, exportando millones de barriles de crudo por día con la ayuda de las principales compañías petroleras. Las marcas occidentales estaban haciendo buenos negocios con Rusia y los inversionistas le estaban prestando a sus empresas.
Pero ahora un aluvión de sanciones ha vuelto “radiactivos” a los bancos más grandes de Rusia, los comerciantes evitan los barriles de petróleo crudo de los Urales y las empresas occidentales están huyendo del país o cerrando sus oficinas. Las acciones rusas han sido expulsadas de los índices mundiales y las transacciones de algunas empresas rusas se ha detenido en las bolsas de Nueva York y Londres.
La invasión a Ucrania ha recibido una respuesta sin precedentes de Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea, Canadá, Japón, Australia y otros países. Incluso Suiza, famosa por su neutralidad, se ha comprometido a imponer sanciones a Rusia.
Las sanciones anunciadas la semana pasada han impedido que los dos bancos rusos más grandes, Sberbank y VTB, negocien en dólares estadounidenses. Occidente también eliminó siete bancos rusos, incluido VTB, de SWIFT, un servicio de mensajería global que conecta a las instituciones financieras y facilita pagos rápidos y seguros.
La coalición está tratando de evitar que el Banco Central de Rusia venda dólares y otras monedas extranjeras para defender el rublo y su economía. En total, casi 1 000 millones en activos rusos han sido congelados por las sanciones, según el ministro de finanzas francés, Bruno Le Maire.
“Las democracias occidentales han sorprendido a muchos al seguir una estrategia de ejercer una intensa presión económica sobre Rusia aislándola efectivamente de los mercados financieros globales”, agregó Oliver Allen, economista de mercados de Capital Economics, en una nota de investigación.
“Si Rusia continúa en su camino actual, las últimas sanciones podrían ser solo los primeros pasos en una ruptura severa y duradera de sus lazos financieros y económicos con el resto del mundo”, subrayó.