El presidente ruso Vladimir Putin aseguró ayer viernes que la movilización de reservistas que ordenó el mes pasado para reforzar las tropas en Ucrania se completará en dos semanas.
En declaraciones de prensa después de asistir a una cumbre en Kazajistán, el mandatario aseguró que 220 000 de los 300 000 reservistas convocados por el Ministerio de Defensa ya han sido movilizados. Ya se encuentran en Ucrania 16 000, agregó.
La convocatoria anunciada por Putin en septiembre ha sido sumamente impopular en Rusia, donde casi todos los hombres de hasta 65 años están registrados como reservistas. El Kremlin se ha topado con críticas en Rusia por la forma como se ha manejado la guerra.
A pesar de que Putin y otros altos funcionarios declararon que la movilización afectaría a unas 300 000 personas, el decreto que el presidente firmó para poner en marcha el reclutamiento no mencionaba un número concreto. Los medios de comunicación rusos han indicado que el número real podría ascender a 1,2 millones de reservistas.
Las fuerzas rusas se retiran en medio de contraofensiva ucraniana
El presidente ruso describió la movilización como “parcial”, y dijo que solo se incorporaría a los hombres con experiencia en combate o en el servicio militar. Sin embargo, informes de la prensa rusa han mencionado intentos de incorporar a hombres sin la experiencia requerida, incluso algunos que no son aptos para el servicio por razones de salud.
Luego de la orden de movilización de Putin, decenas de miles de hombres abandonaron Rusia. Desde entonces, han surgido informes sobre reclutas desplegados en el frente de Ucrania con escasa formación y equipos inadecuados.
Putin dijo que todos los reclutas activados deberían recibir una capacitación adecuada y que le asignaría al Consejo de Seguridad de Rusia “realizar una inspección de cómo se capacita a los ciudadanos movilizados”.
Por otra parte, aseguró que ya no serían necesarios los ataques generalizados en Ucrania como los del lunes pasado, lanzados como respuesta a la explosión el 8 de octubre de un puente que enlaza Rusia con la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
La explosión del puente de Kerch siguió a la liberación por parte de Ucrania de las áreas ocupadas en el este y el sur del país en varias contraofensivas.
Moscú prometió alojamiento gratuito a los residentes de la región de Jersón, parcialmente ocupada por sus tropas, que quieran irse a Rusia. Un indicio de que los continuados y sostenidos avances militares ucranianos en el frente sur preocupan al Kremlin.
Vladimir Saldo, el gobernador instalado por Moscú en Jersón, una de las cuatro regiones anexadas por Putin el mes pasado, pidió al Kremlin organizar la evacuación de cuatro ciudades debido al incesante cañoneo de las fuerzas ucranianas.
Saldo gobernador informó que se había tomado la decisión de evacuar a los residentes en Jersón a las regiones rusas de Rostov, Krasnodar y Stavropol, así como a Crimea.
“Nosotros, los residentes de la región de Jersón, por supuesto sabemos que Rusia no abandona a los suyos y siempre tiende la mano”, afirmó Saldo en un video publicado el jueves.
Rusia ha calificado el desplazamiento de ucranianos Rusia o territorio controlado por ella de voluntario, pero en muchos casos esas son las únicas rutas de evacuación que los habitantes de las zonas ocupadas pueden tomar o se les permite usar.
Han trascendido informes de que algunos ucranios fueron deportados por la fuerza a “campos de filtración”, donde imperan condiciones difíciles. Además, una investigación de The Associated Press halló que las autoridades rusas deportaron a miles de niños ucranianos —huérfanos o que vivían con familias de acogida— para criarlos como rusos.
A medida que las fuerzas ucranianas mantienen contraofensivas en el este y sur para liberar zonas ocupadas, las tropas rusas se han retirado de regiones que ocuparon al inicio de la invasión a fines de febrero.
Ucrania recuperó 75 asentamientos en la región a lo largo del último mes, informó el Ministerio para la Reintegración de Territorios Temporalmente Ocupados el jueves por la noche. Una campaña similar en el este de Ucrania logró devolver al control ucraniano 502 asentamientos en la región de Járkiv, 43 en Donetsk y siete en Luhansk, dijo el ministerio.
Putin se anexó Jersón, la vecina Zaporiyia y las regiones de Donetsk y Luhansk en el este de Ucrania luego de realizar referendos que las potencias occidentales rechazaron.
El comandante de las fuerzas ucranianas, general Valeriy Zaluzhny, juró que sus fuerzas lograrán “recuperar lo que es nuestro”.
“Nada ni nadie nos detendrá”, dijo en un mensaje por video. “Hemos enterrado el mito de la invencibilidad del ejército ruso”.