Los rumanos participaron el domingo en el segundo día de un referéndum para decidir una enmienda constitucional que dificultaría la legalización del matrimonio entre los homosexuales.
El Consejo Electoral dijo que el 5,72% de los votantes habían participado el sábado en la consulta de dos días de duración. Para ser legítimo, la consulta debe contar con una participación ciudadana de al menos 30%.
La consulta fue iniciada por un grupo conservador llamado Coalición para la Familia y es apoyada por la Iglesia Ortodoxa Rumana.
Se prevé que en sus sermones dominicales, los líderes religiosos exhortarán a los fieles a votar.
Según la propuesta, la constitución rumana definiría el matrimonio como “la unión entre un hombre y una mujer” en vez de “unión entre cónyuges”.
Actualmente las leyes rumanas prohíben los matrimonios del mismo sexo. Los opositores denuncian que la reforma es un gesto mal intencionado para marginalizar a la población LGBTIQ, que además podría perjudicar a familias de padre o madre solteros, o en que la pareja está criando a los hijos sin haberse casado.