El presidente ruso Vladimir Putin anunció este lunes en un discurso por televisión el reconocimiento como países independientes a dos territorios separatista ucranianos, autoproclamados como repúblicas y afines a Moscú. El anuncio fue seguido de otro sobre el envío de tropas rusas a esos territorios, en lo que el mandatario calificó de “misión de manutención de paz”.
La decisión hace prácticamente imposible un encuentro entre Putin y su homologo estadounidense, Joe Biden, que fue negociado por Francia y Alemania y proyectó, entonces, un poco de luz en el conflicto de Ucrania y la pulseada entre Rusia y la OTAN.
Putin argumentó que los dos enclaves, Donetsk y Lugansk, del Donbás ucraniano –una cuenca minera e industrial fronteriza con Rusia–, tienen un largo historial de conexión con el país vecino.
“Ucrania no tiene tradiciones de un historial de estado independiente. El este del país son antiguas tierras rusas”, dijo este lunes el mandatario, en sintonía con los argumentos manejados en las últimas semanas por algunos analistas rusos en el contexto de la crisis de la región y el posible conflicto bélico entre ambas partes. Según este argumento, Rusia “nació” en Ucrania hace siglos.
Putin también reveló que informó de su decisión a su homólogo francés, Emmanuel Macron, y al jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, los dos mediadores en el conflicto del este de Ucrania, quienes, “expresaron su decepción”. Según la cadena CNN esa información fue proporcionada la semana pasada durante las visitas separadas de los dos presidentes.
En ocho años, la guerra entre Kiev y los separatistas, apoyados por Moscú, ha dejado más de 14.000 muertos. El reconocimiento ruso de los separatistas pone fin al fallido proceso de paz resultante de los acuerdos de Minsk de 2015, firmados por Rusia y Ucrania también bajo mediación franco-alemana, que pretendía precisamente la devolución de esas zonas a la soberanía ucraniana.
Rusia ha reiterado en las últimas semanas que Kiev no ha cumplido con su parte de los acuerdos y no está interesada en hacerlo. También ha dicho que las fuerzas ucranianas se preparan para un ataque masivo a los territorios separatistas, algo que también han denunciado los líderes de esas repúblicas autoproclamadas. Según estos líderes, los ataques ya se están produciendo y por ello han evacuado a miles de personas hacia Rusia y han movilizado a todas sus fuerzas para hacer frente al ejército de Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, anunció de inmediato el lunes la convocatoria del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional en medio del temor a una invasión rusa. Zelenski dijo en Twitter que había tomado esta decisión “en el contexto de las declaraciones” del Consejo de Seguridad ruso, que se celebró unas horas antes y durante el cual altos funcionarios rusos se pronunciaron a favor del reconocimiento de los territorios separatistas.
Según fuentes de inteligencia y medios de prensa, Rusia ha concentrado aproximadamente 150.000 soldados en tres lados de Ucrania, la mayor acumulación de este tipo desde la Guerra Fría. Funcionarios occidentales aseguran que Putin ahora simplemente está buscando un pretexto para invadir a Ucrania.
Moscú niega tener planes de ataque, pero reclama garantías occidentales de que la OTAN no permitirá que Ucrania y otros países exsoviéticos se unan como miembros. También exige que la alianza militar detenga los despliegues de armas en Ucrania y retire sus fuerzas de Europa del Este, demandas que Occidente rechaza.