En medio de una cruenta contienda de la que no se avizora su final, Rusia y Ucrania iniciaron este viernes el mayor intercambio de prisioneros desde el comienzo de la guerra hace más de tres años.
El intercambio, acordado la semana pasada durante conversaciones directas entre ambas partes en Estambul, prevé el canje de hasta 2 mil personas —mil de cada lado—, en un proceso que se extenderá durante todo el fin de semana.
La primera fase del intercambio se completó con la repatriación de 390 personas por bando, según confirmaron tanto el presidente ucraniano Volodimir Zelenski como el Ministerio ruso de Defensa.
El presidente ucraniano agradeció públicamente a todos los que hicieron posible el regreso de los cautivos y prometió continuar los esfuerzos diplomáticos para facilitar futuros intercambios.
Detalles del acuerdo y las negociaciones
El acuerdo de intercambio “Mil por Mil” fue el resultado de dos horas de negociaciones directas entre Kiev y Moscú en Estambul, las primeras desde 2022.
Aunque la reunión no produjo avances significativos en los esfuerzos de paz, sí permitió la liberación de cientos de prisioneros en lo que se considera una “medida que aumenta la confianza”, según el ministro turco de Relaciones Exteriores, Hakan Fidan.
El intercambio se llevó a cabo en la frontera con Bielorrusia, en el norte de Ucrania, según un funcionario ucraniano citado por medios de prensa internacionales.
Los militares rusos liberados fueron trasladados a Bielorrusia para recibir tratamiento médico, mientras que los ucranianos fueron recibidos en instalaciones médicas en Chernígov.
Moscú informó que recuperó a 270 militares y 120 civiles, algunos de ellos capturados en la región de Kursk durante la ofensiva ucraniana de mediados de 2024.
Kiev, por su parte, repatrió a un número equivalente de soldados y civiles, entre ellos miembros de la marina, las fuerzas aerotransportadas, la defensa territorial, la guardia nacional y la guardia de fronteras.
Donald Trump, quien ha presionado a ambas partes para poner fin al conflicto, celebró el intercambio en la red social Truth Social. “Se acaba de realizar un importante intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania”, escribió, y agregó: “¿¿¿esto podría llevar a algo grande???”.
Por su parte, la ONU también celebró el intercambio, al que calificó como una medida positiva.
El portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, expresó su deseo de que el intercambio de prisioneros de guerra se lleve a cabo en su totalidad y “forme parte de los esfuerzos a nivel general para reducir las tensiones”.
Este sábado se desarrolló un segundo intercambio, de otros 307 prisioneros por bando, según el Ministerio de Defensa de Rusia, que confirmó la continuación del canje, refiere la agencia EFE.

Negociaciones en vilo
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, advirtió que aún no se había acordado el lugar para una próxima ronda de conversaciones, y que las maniobras diplomáticas continuaban.
En paralelo, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, anunció que, una vez finalizado el intercambio, Rusia entregaría a Ucrania un borrador con sus condiciones para un acuerdo de paz “sostenible, a largo plazo y amplio”.
Ucrania, por su parte, deberá preparar una propuesta similar, tal como se acordó en las conversaciones de Estambul.
Pese a esos gestos de acercamiento de intenciones, las posiciones de ambos países siguen alejadas y los analistas ven difícil un entendimiento a corto plazo.
Ucrania y sus aliados occidentales insisten en un cese al fuego temporal como primer paso para una solución pacífica. El Kremlin, en cambio, rechaza cualquier alto a las hostilidades que no implique el congelamiento del envío de armas occidentales a Ucrania, entre otras condiciones.
Un funcionario ucraniano de alto nivel, que habló bajo condición de anonimato, afirmó que Rusia ha introducido nuevas demandas “inaceptables”, como la retirada de las fuerzas ucranianas de amplias franjas de territorio.
Desde hace tiempo, el presidente ruso Vladimir Putin ha mantenido como condición clave la retirada de las tropas ucranianas de las cuatro regiones que Rusia anexó en septiembre de 2022, aunque nunca ha controlado totalmente esos territorios.
La guerra continúa
A pesar del intercambio de prisioneros, la guerra no ha cesado. Rusia informó que derribó 112 drones ucranianos durante la noche de este viernes, especialmente en la región de Moscú, lo que provocó la interrupción del funcionamiento de varios aeropuertos por tercer día consecutivo.
En Ucrania, dos personas murieron en bombardeos rusos en Odesa y tres en la región de Jersón, ambos en el sur del país, según fuentes ucranianas.
El Ministerio ruso de Defensa aseguró haber derribado 788 drones ucranianos lejos del campo de batalla entre el 20 y el 23 de mayo.
Por su parte, la fuerza aérea ucraniana reportó que Rusia disparó 175 drones Shahed y señuelos, así como un misil balístico, desde el jueves por la noche y en la madrugada de este sábado otros ataques rusos a Kiev y otras zonas dejaron varios muertos, heridos y daños materiales.
“Hay muertos. Mis condolencias a los familiares y amigos”, apuntó Zelenski en un mensaje, en el que señaló que “con cada bombardeo, el mundo se da cuenta de que la razón de por qué la guerra continúa está en Moscú”.
El mandatario ucraniano, tras recordar que su país ha propuesto “muchas veces” un alto el fuego, reiteró que “es obvio que necesitamos poner más presión sobre Rusia para obtener resultados”, según reseña la agencia EFE.
Denuncias de violaciones a los derechos humanos
A la par de la continuación del conflicto y los hasta ahora fallidos intentos de lograr una tregua, la fiscalía general de Ucrania acusó este viernes al ejército ruso de haber ejecutado a unos 270 prisioneros de guerra desde el inicio de la invasión en febrero de 2022.
La ONG Amnistía Internacional denunció en marzo las “torturas sistemáticas y la privación de atención médica” a prisioneros ucranianos en Rusia, al tiempo que varios exprisioneros ucranianos han dicho a medios de prensa que fueron torturados durante su cautiverio.
Recientemente, Rusia devolvió el cuerpo de la periodista ucraniana Viktoria Roshchina, muerta en prisión. Según una investigación periodística, había sido torturada y le faltaban algunos órganos del cuerpo.
Moscú ha negado las acusaciones de torturas y ejecuciones, y sostiene que existe una campaña de la prensa internacional en su contra, que también desvirtúa las reivindicaciones y la postura rusa sobre el conflicto.
Tras más de tres años de guerra, miles de prisioneros permanecen detenidos en ambos países, aunque se desconoce su número exacto.
El intercambio de prisioneros iniciado este viernes, aunque histórico, no ha sido el preludio de ningún cese en los combates. Las batallas continúan a lo largo de la línea del frente, de aproximadamente 1 000 kilómetros, donde decenas de miles de soldados han muerto sin que tal tragedia sea confiada a estadísticas fiables de ninguno de los bandos.