La crisis humanitaria en Ucrania se profundizó el lunes cuando las fuerzas rusas intensificaron sus bombardeos. Los alimentos, el agua, la calefacción y las medicinas están escaseando cada vez más.
Bien avanzada la segunda semana de la invasión, con las tropas rusas logrando posiciones significativas en el sur de Ucrania, pero estancadas en otras regiones, un funcionario estadounidense dijo que varios países discuten si proporcionar los aviones de combate que el presidente ucraniano Volodimir Zelenskyi ha estado pidiendo.
La OTAN ha tomado la decisión de no intervenir militarmente en el conflicto porque Ucrania no es miembro de la organización. La idea es entregar a Kiev un grupo de aviones de la fuerza aérea de Polonia, que sí es miembro de la entidad.
El agravamiento de la situación alimentaria y de salubridad en Ucrania se debe a que durante el fin de semana y hoy lunes, las fuerzas del presidente ruso Vladimir Putin continuaron golpeando ciudades con misiles, bombardeos y cañonazos, lo cual llevó a una intensificación de los combates. Por todos lados aparecen cadáveres de civiles.
En una de las ciudades, en el puerto de Mariupol, al sureste de Ucrania, en el Mar Negro, unas 200 000 personas (casi la mitad de la población de 43 000) intentan huir. Los funcionarios de la Cruz Roja esperaban saber cuándo se establecería un corredor, según el canal de televisión británico SkyNews, que tiene a cuatro periodistas atrapados en la ciudad.
El puerto es importante porque, de ser capturado, permitiría a Rusia abrir una carretera directa a Crimea, que ocupó en 2014.
Además de la escasez de agua, alimentos y energía, Mariupol casi no tiene redes de telefonía celular. Las tiendas han sido saqueadas mientras los residentes buscan artículos esenciales.
Las autoridades está aconsejando a las personas a permanecer en los refugios hasta que escuchen mensajes oficiales, transmitidos por altavoces, con instrucciones de evacuación.
Mientras, en Kiev soldados y voluntarios han construido cientos de puestos de control para proteger la ciudad de casi 4 millones de habitantes, a menudo utilizando sacos de arena, neumáticos y cables con púas. Algunas barricadas estaban hechas con pesadas losas de hormigón y sacos de arena, apilados a más de dos pisos de altura, mientras otras parecían más irregulares con amontonamientos de neumáticos, constató la cadena alemana DW.
“En cada casa, en cada calle, en cada puesto de control, lucharemos hasta la muerte si es necesario”, dijo el alcalde Vitali Klitschko en una entrevista. “Este fin de semana apenas logramos dormir por los bombardeos”.
En el área de Irpin, a la que se le cortó la electricidad, el agua y la calefacción durante tres días, varios testigos dijeron a periodistas occidentales que los soldados rusos estaban incautando casas y automóviles.
En un reportaje de SkyNews se vio a un civil ucraniano increpar a varios soldados rusos. “¿Qué están haciendo?” preguntó el rescatista Vasyl Oksak a los atacantes. Había dos niños pequeños y dos ancianos viviendo aquí. Entren y miren lo que han hecho”. El diminuto edificio a que se refería apenas se aguantaba en pie. En las imágenes se vio que los soldados rusos se retiraron del lugar.
En el sur, las fuerzas rusas también continuaron su ofensiva en Mykolaiv, abriendo fuego contra el centro de construcción naval del Mar Negro, con medio millón de residentes, según el ejército de Ucrania. Los rescatistas dijeron que estaban apagando incendios causados por cohetes en áreas residenciales.
Los esfuerzos para establecer corredores humanitarios durante el fin de semana fracasaron por los bombardeos rusos. Antes de que comenzaran las conversaciones bilaterales hoy lunes, Moscú anunció un nuevo plan, diciendo que a los civiles se les permitiría salir de Kyiv, Mariupol, Kharkiv y Sumy, pero rumbo a Rusia o Bielorrusia, el único aliado de Putin en la región. Pero esa oferta fue rápidamente rechazada por Ucrania, precisamente por el destino establecido.
“No conozco a muchos ucranianos que quieran buscar refugio en Rusia. Eso es hipocresía”, dijo el presidente francés Emmanuel Macron en una entrevista con la cadena de noticias francesa LCI.
En cambio, Ucrania propuso ocho rutas que permiten a los civiles viajar a las regiones occidentales del país donde no hay bombardeos y cruzar la frontera.
El petróleo y el gas
Aunque el presidente ucraniano Volodimir Zelenski ha pedido a Europa Occidental y Estados Unidos que dejen de importar petróleo y gas de Rusia, ninguna decisión ha sido tomada. Este lunes el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que de momento eso no iba a ser posible, sin duda porque privaría a todos los clientes de Moscú de fuentes de energía en un momento en que los precios están llegando a niveles alarmantes.
En Washington la opinión es la misma, en parte porque Rusia tiene instalada en Estados Unidos una red de venta de combustibles suyos que sirven las zonas del norte y centro de la cosa este, de la empresa Lukoil. “Es una decisión difícil que tiene que ser muy meditada. Estamos estudiando el asunto”, dijo Johnson.
En Estados Unidos los precios de la gasolina nunca estuvieron tan elevados desde 2008. “Tenemos que tomar todas las medidas para no agravar los precios”, dijo Biden.