Un tribunal de apelaciones francés confirmó el miércoles una sentencia de prisión de tres años, incluido uno con reclusión domiciliaria y grillete electrónico, al expresidente Nicolás Sarkozy por corrupción y tráfico de influencias.
El caso está vinculado al financiamiento ilegal de la campaña electoral presidencial de 2007.
Presidente de Francia de 2007 a 2012, a Sarkozy también se le prohibió ocupar un cargo público durante tres años por intentar obtener información sobre una investigación judicial de un juez a través de una línea telefónica secreta descubierta mediante escuchas telefónicas.
El político de 68 años abandonó el tribunal sin hacer declaraciones a la prensa. Su abogada consideró “increíble” el veredicto. “Nicolás Sarkozy es inocente de los hechos que se le imputan”, dijo Jacqueline Laffont, y añadió que utilizarán todos los medios legales a su alcance para revertir la sentencia.
Sarkozy, que siempre ha negado su culpabilidad, tiene ahora cinco días para apelar ante el Tribunal Supremo, pero la decisión de hoy miércoles es un revés judicial más para el expresidente, también condenado a un año de prisión, en septiembre 2021, en otro caso relativo al financiamiento ilegal de la campaña presidencial de 2012.
Entonces también interpuso un recurso de apelación contra esa condena, que será juzgada en segunda instancia el próximo mes de noviembre.
Sarkozy aún puede enfrentarse a un tercer juicio desde que la fiscalía francesa le pidió la semana pasada testificar sobre el financiamiento de la campaña presidencial de 2007 por supuestamente utilizar fondos del régimen del entonces presidente libio Muammar Gaddafi.