Dos sacerdotes, uno acusado de violar a un monaguillo en el seminario juvenil vaticano y el otro de encubrir el hecho, comparecieron este miércoles ante el tribunal penal de la Santa Sede.
La lectura de los cargos en la sala significó la primera vez en que el Vaticano presenta públicamente su caso contra los dos hombres: un joven seminarista en el período de los presuntos abusos, 2007-2012, mientras que el otro era rector del seminario.
El caso concierne al mundo enclaustrado del seminario juvenil San Pío X, un palacio intramuros que se encuentra al otro lado de la calle de la residencia del papa Francisco y el propio tribunal.
Lo que se logró y faltó en la cumbre sobre abuso sexual del Vaticano
El seminario, dirigido por una asociación religiosa con sede en Como, Italia, es una residencia de varones de 12 a 18 años quienes sirven de monaguillos en las misas papales en la Basílica de San Pedro.
Según el acta judicial, el padre Gabriele Martinelli, de 28 años, está acusado de abusar de su autoridad de seminarista mayor para obligar a la víctima a realizar “actos carnales” de sodomía y masturbación por medio de violencia y amenazas.
El antiguo rector, padre Enrico Radice, está acusado de ayudar a Martinelli a evadir la investigación, al decirle al obispo de Como que las denuncias de la víctima eran infundadas, y a los fiscales del Vaticano que no tenía conocimiento de abusos sexuales en el seminario.
Los sacerdotes no han respondido públicamente a las acusaciones. La próxima audiencia está convocada para el 27 de octubre, cuando los acusados deberán declarar.
Las acusaciones indican que el presunto encubrimiento de Radice fue más allá de lo que se sabía anteriormente y ponen en tela de juicio la ordenación sacerdotal de Martinelli. Los fiscales dicen que Radice no solo ayudó a Martinelli a evadir la investigación antes de ser sacerdote, sino que falsificó una carta del obispo de Como que anunciaba la ordenación inminente de Martinelli.