Cada vez parece más próxima una vacuna que sea capaz de estimular el sistema inmune para combatir los tumores cancerígenos. De acuerdo con un artículo de El País, los resultados han sido prometedores tanto en un reciente ensayo en melanoma, como en otra investigación preliminar en cáncer de páncreas.
Sin embargo, advierte el diario, el cáncer es distinto en cada paciente, lo que obliga a diseñar vacunas más personalizadas; y a diferencia de virus y bacterias, que nuestro organismo sabe detectar como agentes extraños y dañinos, las células cancerosas vienen de nosotros mismos.
Entrenar al sistema inmune
Lo que se busca con las vacunas contra el cáncer también es entrenar al sistema inmune para que reconozca las células cancerosas y las elimine. En ese empeño, se emplea como señuelo a los antígenos tumorales.
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El País señala que existen diversas aproximaciones, desde usar vacunas basadas en ADN, en ARN mensajero (como las vacunas de la COVID-19), en péptidos, células dendríticas o incluso recurrir a los llamados virus oncolíticos, microorganismos capaces de activar el sistema inmunes.
Entre algunas aproximaciones al éxito, el pinchazo contra el virus de la hepatitis B ha ayudado a prevenir el cáncer de hígado y la inmunización contra el virus del papiloma humano ha llegado a reducir un 87%, entre las vacunadas, los tumores de cérvix que causa este microorganismo.
Mientras, las vacunas terapéuticas, que se usan para tratar a pacientes ya enfermos de cáncer, hay al menos dos ejemplos de relativo éxito: una contra los tumores de próstata y otra, derivada de una bacteria que causa la tuberculosis, para el cáncer de vejiga; pero ambos casos presentaron beneficios muy limitados y están en desuso.
El oncólogo Chris Klebanoff explicó al diario que muchos pacientes con cáncer son mayores, lo que significa que su sistema inmunitario ha envejecido con el paso del tiempo.
Vacunas personalizadas
Hay cientos de investigaciones en desarrollo que miran el potencial de las vacunas en múltiples tumores, como gliomas, glioblastoma, tumores uroteliales, cáncer de ovario y cuello uterino o intestino delgado y colon, entre otros.
El diario español detalla que las farmacéuticas Moderna y Merck estudian un prototipo de vacuna contra el melanoma que usa la plataforma de ARNm.
Ambas compañías aseguran que este preparado, en combinación con pembrolizumab, logró que el riesgo de recurrencia o muerte se redujese un 44% en un estudio en fase dos. El estudio en fase tres ya está en marcha.
“En pocos años dispondremos de vacunas y las vacunas personalizadas podrían llegar muy pronto a la clínica”, señaló Luis Álvarez-Vallina, jefe de la Unidad de Investigación Clínica en Inmunoterapia del Cáncer Hospital 12 de Octubre-Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
El artículo apunta que los ensayos actuales se están focalizando especialmente en los tumores que son reconocibles para el sistema inmune y donde la inmunoterapia acostumbra a funcionar.
Los científicos consideran que las vacunas contra el cáncer no trabajarán solas y que los resultados más esperanzadores se han visto en terapias combinadas con otros tratamientos.
Retos para la salud pública
También se encuentra en el centro del debate el cuándo y a quién se administrarán las vacunas. Los investigadores indican que la aplicación más factible es en tumores en estadios más precoces, tras la operación.
Según datos de organismos internacionales, se estima que en los últimos tiempos se han registrado unos 20 millones de nuevos casos de cáncer y 10 millones de muertes por esta enfermedad al año a nivel mundial.
Se espera que estas cifras aumenten en las próximas décadas hasta llegar a unos 30 millones de nuevos casos para 2040, con el consiguiente impacto en los sistemas de salud, las personas y las comunidades.
Cuba y EEUU pueden estar en el mismo equipo contra el cáncer
En Cuba, el estimado de nuevos casos de cáncer al año supera actualmente los 50 mil, en tanto en 2022 las muertes por tumores malignos superaron las 25 mil, según las estadísticas oficiales.
Todo ello, en un contexto de una severa crisis económica, reforzada por los efectos de la pandemia de la COVID-19 y las sanciones de Washington a la isla, lo que dificulta o impide el acceso a tratamientos y medicinas.