Un dispositivo de recolección de basura en el mar diseñado para capturar los desperdicios de plástico fue desplegado de nuevo en un segundo intento por limpiar el basurero más grande del mundo, que flota entre California y Hawái, en el océano Pacífico.
Boyan Slat, creador del proyecto The Ocean Cleanup, anunció en Twitter que una botavara flotante de 600 metros de largo (2.000 pies) que falló a finales del año pasado fue enviada nuevamente a la llamada isla de basura esta semana luego de cuatro meses de reparaciones.
En septiembre del año pasado, una embarcación remolcó la barrera flotante en forma de U desde San Francisco hasta la isla de basura del Pacífico, que tiene el doble del tamaño de Texas. Pero durante los cuatro meses que duró en el mar, la botavara se desarmó ante las constantes olas y viento y por ello no retenía el plástico que recolectaba.
“Esperemos que esta vez la naturaleza no tenga tantas sorpresas para nosotros”, tuiteó Slat. “De cualquier manera, estamos preparados para aprender mucho de esta campaña”.
Con luces, cámaras, sensores y antenas satelitales, todos de energía solar, el sistema de limpieza enviará su ubicación todo el tiempo y permitirá que un navío de apoyo saque el plástico recolectado cada pocos meses y lo transporte a tierra firme, en donde será reciclado.
Se pretende que la barrera en forma de U flotante de tres metros (10 pies) de largo actúe como un litoral y capture parte de las 1,8 billones de piezas de plástico que los científicos calculan que giran en la isla, pero permiten que la vida marina nade seguramente bajo ella.
Durante el primer intento, la organización indicó que los biólogos marinos a bordo del bote de apoyo no hallaron ningún impacto ambiental.
The Ocean Cleanup, que ha recaudado cerca de 35 millones de dólares en donaciones para financiar el proyecto, desplegará 60 barreras flotantes gratis en el océano Pacífico para 2020.
“Uno de nuestros objetivos es recolectar 50% de la basura en la isla del océano Pacífico en cinco años”, detalló Slat en septiembre.