El domingo 8 no habrá espectáculos de teatro, música y cine. El gobierno de Cuba decretó Duelo Nacional para ese día, después de dos días de duelo oficial. La Isla entera hará silencio, y La Habana también, en medio del mismísimo Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
En Cuba, el nombre de Mandela tiene peso. En cualquier parte del mundo, el apellido de Madiba es sinónimo de la lucha por la democracia o contra la segregación racial decretada por el Apartheid. Pero en esta Isla es un poco diferente. En Cuba, el Apartheid fue también un enemigo y África del Sur no es un punto lejano en el mapa.
Durante los años 70 y 80, cientos de miles de cubanos cruzaron el Atlántico, desembarcaron en Angola, y permanecieron allí hasta que el gobierno blanco de Sudáfrica tuvo que comprometerse a no meterse en la tierra y en los asuntos de esa ex colonia portuguesa.
Hay gente que está convencida de que la presencia militar cubana en Angola fue una de las palancas que ayudó a derribar el Apartheid. Mandela era una de sus personas. Cuando visitó Cuba en 1991, dijo: “Los internacionalistas cubanos hicieron una contribución a la independencia, la libertad y la justicia en África que no tiene paralelo por los principios y el desinterés que la caracterizan.”
Mandela atribuyó su propia liberación a la victoria militar cubano angola, al decir, en un discurso pronuciando en la ciudad de Matanzas, que “sin la derrota infligida en Cuito Cuanavale nuestras organizaciones no hubieran sido legalizadas. ¡La derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale hizo posible que hoy yo pueda estar aquí con ustedes!”