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La ofensiva de Israel sobre la Franja de Gaza dejó este lunes al menos 52 muertos, según reportó la Defensa Civil palestina.
Entre ellos, 33 personas perdieron la vida tras el bombardeo de una escuela en la ciudad de Gaza que funcionaba como refugio para desplazados.
El ejército israelí justificó el ataque alegando la presencia de “terroristas de alto perfil” en el recinto, un argumento que utilizan tras cada ataque en el que mueren civiles.
El mismo día, una fuente de Hamás informó que la organización aceptó una nueva propuesta de tregua presentada por el enviado estadounidense Steve Witkoff.
“Hamas ha aceptado la nueva propuesta del enviado estadunidense Steve Witkoff, que el movimiento recibió de los mediadores y que hace hincapié en un alto el fuego permanente en la franja de Gaza”, indicó la fuente a la agencia AFP.
El ataque contra la escuela Fami Aljerjawi causó, además de decenas de muertos, numerosos heridos, refirió el diario La Jornada.
Las escenas posteriores fueron devastadoras. “Me desperté por el ruido y sentí el olor de la muerte, a quemado, a azufre y a sangre”, relató Farah Naser, una desplazada de Beit Hanun.
En el hospital Al Ahli, varias mujeres lloraban junto a los cuerpos de sus familiares, cubiertos con sudarios blancos, según señaló el periódico.
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Israel contra Gaza: otros 19 muertos
En el norte de la Franja, en Jabaliya, otras 19 personas murieron tras otro bombardeo israelí que impactó una vivienda familiar.
Durante la jornada, las Fuerzas de Defensa de Israel informaron el lanzamiento de tres proyectiles desde Gaza, uno de los cuales fue interceptado.
El hecho ocurrió mientras en Israel se celebraba el Día de Jerusalén, conmemoración de la “reunificación” de la ciudad tras la ocupación de su parte oriental en 1967.
Israel reanudó su ofensiva sobre Gaza en marzo, tras el colapso de una tregua de dos meses.
Desde entonces, ha intensificado sus operaciones con el objetivo declarado de “aniquilar a Hamás” y rescatar a los rehenes capturados durante el ataque del 7 de octubre de 2023, que dejó 1 218 muertos, en su mayoría civiles.
De las 251 personas secuestradas en esa jornada, 57 continúan retenidas en Gaza, y 34 de ellas habrían fallecido, según el Ejército israelí.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud de Gaza, consideradas fiables por la ONU, más de 53 977 palestinos han muerto desde el inicio del conflicto, la mayoría de ellos civiles.
Una fuente palestina indicó que la propuesta de tregua aceptada por Hamás incluye la liberación de 10 rehenes, un alto el fuego de 70 días y una retirada parcial del Ejército israelí de Gaza.
Palestina al borde del colapso
Mientras tanto, el enclave sigue bajo un bloqueo que agrava la escasez de alimentos, agua, combustible y medicamentos.
La ayuda humanitaria permitida por Israel en los últimos días ha sido calificada de insuficiente por organizaciones internacionales.
La situación alimentaria también se deteriora. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), menos del 5 % de las tierras agrícolas en Gaza son actualmente cultivables o accesibles, lo que incrementa el riesgo de hambruna.
La ofensiva militar ha provocado una creciente crítica internacional. El canciller español José Manuel Albares, tras reunirse en Madrid con su homólogo alemán Johann Wadephul, afirmó:
“Hay que parar esta ofensiva militar que no tiene ningún objetivo militar, como digo en estos días, salvo que el objetivo sea convertir a Gaza en un inmenso cementerio”.
En Alemania, el jefe de gobierno Friedrich Merz también expresó su desconcierto: “Ya no se entiende cuál es el objetivo del ejército” israelí, aunque el ministro de Relaciones Exteriores alemán aseguró que Berlín continuará vendiendo armas a Israel, a pesar de la petición de España para imponer un embargo europeo.
La situación también ha llevado a dimisiones. Por ejemplo, Jake Wood, director de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos, renunció a su cargo alegando que no podía continuar “respetando estrictamente los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia”.
La organización con sede en Ginebra había anunciado la distribución de cerca de 300 millones de raciones de comida en sus primeros 90 días de operación.
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