El secretario general de la ONU, António Guterres, reclamó una “investigación independiente” por la agresión que el jueves mató a más de cien personas que intentaban conseguir comida llegada desde un convoy en la Ciudad de Gaza.
Guterres, que participa en una cumbre regional en San Vicente y las Granadinas, se refirió al hecho desde X, donde escribió que “los civiles desesperados de Gaza necesitan ayuda urgente”, incluidos los del norte, donde las Naciones Unidas “no ha podido entregar ayuda en más de una semana”.
I condemn Thursday’s incident in Gaza in which more than 100 people were reportedly killed or injured while seeking life-saving aid.
The desperate civilians in Gaza need urgent help, including those in the north where the @UN has not been able to deliver aid in more than a week.
— António Guterres (@antonioguterres) March 1, 2024
También los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del Consejo Europeo, Charles Michel, han expresado su “consternación y repulsa” por la agresión contra los civiles que intentaban recibir ayuda humanitaria.
Ambos, desde sus redes sociales, han solicitado que se lleve a cabo una investigación independiente de lo sucedido.
Según la ONU, 2,2 millones de los 2,4 millones de habitantes de este estrecho territorio palestino asediado por Israel están amenazados por la hambruna tras casi cinco meses de un conflicto que se ha cobrado la vida de más de 30 000 personas.
Ataque el jueves
El jueves las autoridades palestinas informaron sobre más de cien muertos debido a disparos israelíes contra personas que esperaban ayuda humanitaria cerca de la Ciudad de Gaza.
El portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, Ashraf al-Qidra, dijo que el incidente tuvo lugar en la rotonda de al-Nabulsi, al oeste de la ciudad. Los equipos médicos no podían hacer frente al volumen y la gravedad de las lesiones de las decenas de heridos que llegaron al hospital de al-Shifa, agregó.
Más de 100 muertos tras abrir fuego Israel contra una multitud que se abalanzó sobre un convoy de ayuda en Gaza https://t.co/bffgWAnzG6 pic.twitter.com/G2KEV4N5Jk
— EL MUNDO (@elmundoes) February 29, 2024
El ejército de Israel reconoce haber disparado contra una muchedumbre que en la mañana del jueves trataba de recoger alimentos de un convoy de camiones en Gaza.
La agencia AFP asegura que Hamás, que gobierna el enclave desde 2007, notificó 112 personas muertas y 760 heridas.
Palestina (ANP) denuncio el uso de tanques y fuego de artillería por parte de las tropas de ocupación de Israel.
The death toll in #GazaStrip has now surpassed 30,000 people.
Over 70,000 people have been injured.
This is a man made disaster. People dying from bombs & strikes – even more now dying from consequences of siege imposed on #GazaStrip
Despite repeated calls, still no ceasefire. pic.twitter.com/zBLA1svxpZ
— UNRWA (@UNRWA) February 29, 2024
El ejército, por su parte, asegura que “decenas” resultaron muertos o heridos por empujones, pisotones y atropellos de vehículos del convoy, aunque también afirma que sus militares abrieron fuego cuando sintieron que “estaban en peligro”.
Al respecto, el presidente de EE.UU. ha reconocido que la muerte de estos civiles dificultará las negociaciones que se siguen para un alto el fuego temporal en Gaza.
El ministro israelí de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ha pedido detener la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza ya que, según él, “pone en peligro” la vida de los soldados israelíes.
Hamás advirtió en un comunicado de que el hecho podría hacer fracasar las conversaciones encaminadas a alcanzar un acuerdo sobre una tregua y la liberación de rehenes.
Hamás pone sobre la mesa sus exigencias para un cese al fuego en Gaza
“Las negociaciones llevadas a cabo por la dirección del movimiento no son un proceso abierto a costa de la sangre de nuestro pueblo”, dijo el comunicado, afirmando que Israel sería responsable de cualquier fracaso.
El conflicto se desencadenó el 7 de octubre, cuando comandos islamistas mataron a cerca de 1.160 personas, la mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en el sur de Israel, según un recuento de la AFP basado en datos israelíes.