La evacuación de personal civil y militar del aeropuerto de Kabul, en Afganistán, se ha transformado en una operación multinacional organizada por Estados Unidos y lucha contra la fuerte presión de estar comprometida a terminar el cada vez más cercano 31 de agosto.
Pero son tantas las personas a evacuar, desde soldados estadounidenses y miembros de la coalición multinacional, hasta civiles afganos que colaboraron con los ejércitos que ocuparon el país por 20 años y sencillos ciudadanos asustados con el regreso de los talibanes al poder, que el domingo el presidente Joe Biden reveló que hay conversaciones sobre la posibilidad de que la evacuación se prolongue más allá del fin de mes.
El problema es que nadie sabe a ciencia cierta cuántos son los posibles evacuados y los talibanes que circundan el aeropuerto están impidiendo el ingreso de muchas personas.
Estados Unidos y los talibanes acordaron la semana pasada en Qatar que se facilitaría el ingreso al aeropuerto mientras hubiera gente que quisiera salir del país y que los ahora triunfadores no serían un impedimento. Pero, como admitió Biden, los cálculos se sobrepasaron y para apresurar la evacuación Washington ha tenido que movilizar a la Flota Aérea de la Reserva Civil (CRAF, por sus siglas en inglés) para que coopere en este esfuerzo.
La CRFA es una flota que se moviliza en tiempos de crisis en función de las necesidades del país y está compuesta por aparatos de las aerolíneas civil estadounidenses. Ello permite usar los aviones militares apenas para sacar personal del país rumbo a otros países donde serán procesados.
De momento, la Casa Blanca ha solicitado la ayuda de seis aerolíneas estadounidenses para transportar a las personas que han salido de Afganistán hacia terceros países rumbo a su destino final. Las naves civiles no tocarán Afganistán, pero sí países como Qatar, Emiratos Árabes, Alemania, Francia, Turkmenistán y otros, donde recogerán a los refugiados afganos después que estos sean sometidos a un proceso de identificación, investigación de su pasado y selección de países donde quieran asentarse.
United, American, Delta, Atlas y otras han aportado ya 18 aparatos y han dicho que ello no afecta sus operaciones normales del día-a-día. La CRF fue movilizada por última vez el año 2003 en Irak.
Esta medida pone de relieve la dificultad que tiene Washington para llevar a cabo las evacuaciones de Afganistán, tras la rápida toma de posesión de Kabul por los talibanes.
“Es un programa que fue diseñado a raíz del puente aéreo de Berlín después de la Segunda Guerra Mundial para usar aviones comerciales para aumentar nuestra capacidad de transporte aéreo”, explicó Biden el domingo. Aunque la participación de las aerolíneas en el programa es voluntario, estas serán resarcidas por el gobierno por sus gastos. American, Atlas, Delta y Omni Air proporcionarán tres aviones cada una. También hay dos de Hawaiian Airlines y cuatro de United.
“American se enorgullece de cumplir con su deber de ayudar al ejército estadounidense a escalar esta misión de rescate humanitaria y diplomática. Las imágenes de Afganistán son desgarradoras”, dijo la aerolínea en un comunicado.
EEUU negoció con los talibanes el uso del aeropuerto para evacuaciones
Evacuaciones
El domingo, unas 3.400 personas fueron evacuadas de Kabul en 39 aviones de la coalición, incluidas dos aerolíneas comerciales árabes, y otras 1.700 en ocho vuelos militares estadounidenses, según la Casa Blanca. En total, unas 30.300 personas han sido evacuadas desde el 14 de agosto, ha dicho el Pentágono.
El número limitado de aviones es solo uno de los problemas que enfrenta la evacuación de Afganistán, que ha transportado gente hacia una docena de países.
Los funcionarios han dicho estar también frustrados por la lentitud del procesamiento por parte del Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado, y existe una creciente preocupación por la seguridad en Kabul.
Estados Unidos y sus aliados han llevado al país asiático varios miles de tropas para gestionar las evacuaciones de ciudadanos extranjeros y afganos vulnerables, pero se han mantenido alejados de las áreas fuera del aeropuerto de Kabul.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo a la cadena CNN que Estados Unidos ha “garantizado la capacidad de lograr que un gran número de estadounidenses pasara de manera segura a través del aeropuerto civil y al aeródromo militar ” de Kabul, pero no dio detalles.
La semana pasada, el ejército de Estados Unidos utilizó tres helicópteros militares para llevar a 169 estadounidenses al aeropuerto de Kabul desde un edificio a solo 200 metros de distancia.