Luego de cuatro meses y medio de guerra, y cerca de 30 mil palestinos asesinados, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reveló su plan para el futuro de Gaza una vez finalizado el actual conflicto.
Una Franja desmilitarizada, con la seguridad en manos de Israel y sin la asistencia de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), son las líneas maestras del plan del gobernante israelí.
En un documento presentado ante el gabinete de guerra para su aprobación y publicado este viernes por la Oficina del Primer Ministro, Netanyahu ratificó sus prioridades, aún sin cumplir.
Destruir las capacidades militares y la infraestructura tanto de Hamás como de la Yihad Islámica, liberar a los rehenes israelíes e impedir que Gaza vuelva a ser una amenaza para Israel, son los objetivos planteados.
A medio plazo, Tel Aviv mantendrá la libertad de operaciones militares “sin límite de tiempo”, con un perímetro de seguridad en la línea divisoria, en el norte, y el control de la frontera entre Gaza y Egipto, en el sur, para evitar la reaparición de “elementos terroristas en la Franja de Gaza”.
“La Valla Sur funcionará, en la medida de lo posible, en cooperación con Egipto y con la asistencia de Estados Unidos, y se basará en medidas para impedir el contrabando procedente de Egipto, tanto subterráneo como aéreo, incluido el cruce de Rafah”, detalla el documento citado por la agencia española EFE.
También, Israel mantendrá el control de seguridad sobre Cisjordania y Gaza, mientras que en el enclave “habrá una desmilitarización completa”, más allá de lo necesario para mantener el orden público.
La administración civil y el orden público estarían a cargo de funcionarios locales sin relaciones con países u organizaciones consideradas hostiles por Tel Aviv.
Igualmente el plan estipula el funcionamiento de un “programa integral” para “la desradicalización de las instituciones religiosas y educativas en el enclave”, con la ayuda de países árabes.
En el horizonte de eventos a largo plazo, la creación de un Estado palestino —aún desmilitarizado, como pretende la doctrina Biden— que ha sido ampliamente reclamado por la comunidad internacional, no aparece ni por asomo en el diseño del primer ministro israelí.
Palestinos auguran fracaso
La Presidencia palestina, liderada por Mahmud Abás, respondió que no aceptará una Franja de Gaza que no forme parte de un Estado palestino “con Jerusalén como su capital”.
“Gaza sólo será parte del Estado palestino independiente con Jerusalén como su capital”, dijo este viernes en un comunicado Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente Abás.
La declaratoria advierte que “cualquier plan contrario está destinado al fracaso” y que el plan de Netanyahu tiene como objetivo “perpetuar la ocupación israelí” de los territorios e “impedir el establecimiento de un Estado palestino”.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina afirmó, por su parte, que ese proyecto contiene “sueños irrealizables”.
Colonos se expanden en Cisjordania
Con la manifiesta decepción de Estados Unidos, Israel planea construir más de 3300 nuevas viviendas en asentamientos en Cisjordania.
El ministro de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich, anunció los nuevos planes de asentamiento en respuesta al ataque de tres palestinos contra automóviles cerca del asentamiento de Maale Adumim. En el hecho murió un israelí y otros cinco resultaron heridos.
La decisión pondrá en marcha procesos de aprobación para 300 nuevas viviendas en el asentamiento de Kedar y 2350 en Maale Adumim. También seguirá adelante con la construcción previamente aprobada de casi 700 viviendas en Efrat.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que estaba “decepcionado” al conocer del anuncio israelí.