En el entorno del frágil alto el fuego en la Franja de Gaza, el grupo Hamás anunció este martes la entrega de los cuerpos de cuatro rehenes israelíes muertos a cambio de que Israel libere a más de 600 presos palestinos.
La excarcelación de los reos debió suceder la pasada semana como parte del intercambio que incluyó la liberación de 33 rehenes israelíes, pero fue retrasada por Tel Aviv.
Según la agencia estadounidense AP, funcionarios de Israel y Hamás afirmaron haber llegado a un acuerdo para intercambiar simultáneamente los cuerpos de cautivos muertos por cientos de prisioneros palestinos, con lo que el alto el fuego se mantendría intacto al menos por unos días más.
El intercambio pactado está previsto para realizarse esta semana. Medios medios israelíes, citados por AP, indicaron que podría llevarse incluso a partir de este miércoles.
El pasado jueves 22 de febrero, Hamás entregó los cuerpos de cuatro rehenes israelíes muertos, incluyendo dos menores y su madre. Sin embargo, se produjeron tensiones entre las partes al no coincidir los restos de la mujer entregados con la identidad original de la víctima.
Este incidente fue finalmente resuelto con la entrega de los restos auténticos a Israel, luego de las explicaciones dadas sobre lo sucedido por parte de la milicia palestina.
Dos días después, Hamás liberó a seis rehenes israelíes vivos en un intercambio supervisado por la Cruz Roja en Rafah, Gaza. Cuatro de ellos habían sido capturados durante el ataque del 7 de octubre de 2023, mientras que otros dos habían estado retenidos por más de una década.
Hamás cumple lo pactado con Israel y libera a los seis últimos rehenes vivos de la primera fase
Acuerdo y retrasos
El acuerdo entre Israel y Hamás para la primera fase de la tregua incluía la liberación el pasado domingo de más de 600 presos palestinos, la mayoría detenidos durante la invasión de Gaza.
Sin embargo, Tel Aviv retrasó la liberación de estos prisioneros tras acusar al movimiento islámico de violaciones del acuerdo. Entre estas, refirió la exhibición de propaganda palestina durante las ceremonias de entrega, consideradas por Israel como un ejercicio de propaganda e irrespeto a la dignidad de los rehenes, uno de los cuales —un soldado— besó la cabeza de dos sus captores.
Al anunciar la decisión que puso nuevamente en riesgo el alto al fuego, el primer ministro Benjamín Netanyahu dijo que la liberación de los presos palestinos se retrasaría hasta que Hamás no garantizara la entrega de los próximos rehenes israelíes y “sin ceremonias degradantes”.
La tregua, mediada por Egipto, Qatar y Estados Unidos, busca estabilizar la situación en Gaza luego de 15 meses de conflicto que han dejado más de 48 mil muertos palestinos y unos 1200 israelíes.
Hamás y otras facciones palestinas han expresado su disposición a liberar a todos los rehenes restantes en una segunda fase del acuerdo, siempre que Israel dé por terminada la guerra y retire sus tropas de Gaza, un territorio de apenas 362 kilómetros cuadrados arrasado por el fuego y las tropas israelíes en un 90% de su infraestructura, lo que lo hace inhabitable, según la ONU.
Egipto y una eventual administración futura de Gaza
Este martes, el presidente egipcio, Abdel Fattah El-Sisi, reiteró su rechazo a cualquier plan de desplazamiento de palestinos y enfatizó la importancia de implementar el acuerdo de alto el fuego en su totalidad, trasmitió un despacho de la agencia Prensa Latina (PL).
Además, Egipto ha sido clave en la facilitación de los acuerdos entre Israel y Hamás, supervisando la sincronización del intercambio de prisioneros y cuerpos.
En un comunicado reciente, el grupo palestino expresó su compromiso con el cumplimiento del acuerdo, y destacó el papel de El Cairo en la facilitación del entendimiento con los negociadores judíos.
Por su parte, el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, sugirió que Egipto podría gestionar la Franja de Gaza durante ocho años, lo que incluiría la reconstrucción y la desmilitarización del territorio.
La propuesta de Lapid es vista como una alternativa a los planes más radicales, ahora puestos en pausa, del presidente estadounidense Donald Trump de colonizar el territorio gazatí y convertirlo en un resort vaciado de palestinos de cara al Mediterráneo.
La reconstrucción de Gaza es un tema crucial en la agenda del convulso Oriente Medio. La ONU estima que se necesitarán más de 53 000 millones de dólares para reconstruir la Franja, con un enfoque especial en el sistema de salud, que requiere al menos 7 000 millones de dólares, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En este contexto, Egipto anunció una cumbre árabe para el 4 de marzo, con el objetivo de apoyar a Palestina y reconstruir Gaza, donde ahora mismo sobrevive una población de poco más de 2 millones de habitantes en condiciones paupérrimas.
Se abre otro foco de tensiones
Entretanto, parece abrirse un nuevo foco de conflicto en el Medio Oriente, con Israel también como protagonista.
Las nuevas autoridades de Siria y el resto de milicias y fuerzas políticas del país, reunidas este martes en la conferencia de diálogo nacional, llamaron a Tel Aviv a que retire de forma “inmediata e incondicional” sus tropas en la zona de amortiguación en los Altos del Golán, en el suroeste sirio.
Esa zona fue ocupada por el Ejército israelí tras la caída del Gobierno de Bashar al Assad, según Tel Aviv por razones de seguridad.
Este domingo, Netanyahu confirmó que las tropas de su país permanecerían en los Altos del Golán ocupados durante “un período de tiempo ilimitado”, pese a que inicialmente dijo que sería “temporal”.
Según informaciones de la agencia de noticias siria SANA, el gobierno provisional en Damasco trasladó su profundo rechazo a las “declaraciones provocadoras” del primer ministro israelí,quien también ha exigido la “total desmilitarización” del sur de Siria para que no se convierta en otro “sur del Líbano”.