Irán invitó a la empresa estadounidense Boeing a participar en la investigación del accidente de uno de sus aviones a las afueras de Teherán esta semana, en un momento de creciente tensión entre Washington y la República Islámica, reportaron el viernes medios estatales. Ninguna de las 176 personas que iban a bordo del vuelo operado por una aerolínea ucraniana sobrevivieron al siniestro.
La medida se tomó luego de que líderes occidentales dijeron que el avión parecía haber sido alcanzado involuntariamente por un misil tierra-aire cerca de la capital iraní horas después de disparar misiles balísticos contra dos bases de Estados Unidos en Irak para vengar la muerte de su general de mayor rango en un ataque dirigido de Washington.
El ataque a las bases no causó víctimas mortales, lo que elevó la esperanza de que el enfrentamiento por el asesinato del general Qassem Soleimani pudiese terminar de forma relativamente pacífica. Pero Teherán ha enviado señales contradictorias sobre si da por completadas sus represalias.
Irán “ha invitado tanto a Ucrania como a la compañía Boeing a participar en las investigaciones”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Abbas Mousavi, en declaraciones publicadas por la agencia noticiosa estatal IRNA. También recibirán a expertos de países con ciudadanos muertos en la tragedia, agregó.
En un primer momento, Teherán dijo que no permitiría la participación de Boeing, en contra de las normas internacionales vigentes sobre pesquisas de accidentes. Más tarde, invitó a la agencia de investigación de siniestros estadounidense a sumarse a los trabajos.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) dijo el jueves en la noche que “evaluará su nivel de participación” señalando que su intervención podría verse limitada por las sanciones de Washington al país. Funcionarios estadounidenses expresaron su preocupación por enviar personal a Irán en el clima de tensión actual.
De acuerdo con las normas de la organización de aviación de Naciones Unidas, la agencia estadounidense tiene derecho a participar en el proceso porque el aparato siniestrado, un Boeing 737-800, fue diseñado y construido en Estados Unidos.
Boeing no realizó comentarios de inmediato.
Por otra parte, Ucrania confirmó que Irán permitió que sus investigadores accediesen a los fragmentos del avión, que fueron examinados el jueves en la noche.
“Es demasiado pronto en la investigación para revelar detalles específicos”, apuntó la oficina del presidente, Volodymyr Zelenskiy, en un comunicado.
Además, las autoridades ucranianas están recopilando muestras de AND de familiares de las víctimas para identificar los cuerpos, agregó la nota.
Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña dijeron el jueves que era “sumamente probable” que el avión hubiese sido derribado por Irán, y Washington señaló además que el aparato podría haber sido identificado erróneamente como una amenaza.
Un reporte preliminar iraní difundido el jueves señaló que los pilotos del avión siniestrado nunca hicieron un llamado de ayuda y que la aeronave intentaba volver al aeropuerto cuando se desplomó. En tanto, Ucrania señaló que consideraba el ataque de misiles como una de varias teorías posibles en el incidente, a pesar de la negativa iraní.
Duelo por las víctimas
La peor parte había pasado, aparentemente, y Estados Unidos e Irán ya no parecían enfilarse al borde de una guerra.
“¡Todo está bien!”, tuiteó el presidente Donald Trump la noche del martes, días después de que un dron estadounidense abatiera al general más poderoso de Irán, y la República Islámica _ después de lanzar una serie de misiles _ señaló que se abstendría de escalar más las tensiones.
Pero 27 segundos antes del tuit de Trump, sistemas de monitoreo de vuelos comerciales perdieron contacto con un avión de Ukranian International Airlines que acababa de despegar del aeropuerto principal de Teherán. A bordo había 176 personas, incluyendo por lo menos 138 pasajeros con destino a Canadá y al menos 63 canadienses. Al parecer el avión recibió un impacto en pleno vuelo y se desplomó.
Todas las personas a bordo fallecieron. Eran estudiantes, parejas de recién casados, médicos y padres. La víctima más joven era una niña de 1 año, Kurdia Molani, quien volaba de regreso junto a sus padres a su casa en Ajax, un suburbio de Toronto.
Para la tarde del jueves, mandatarios de Occidente dijeron que lo más probable es que Irán hubiera derribado la aeronave con un misil tierra-aire, seguramente por accidente. La pérdida de tantas vidas civiles de inmediato da una nueva perspectiva a la confrontación entre Estados Unidos e Irán, que parecía concluir con derramamiento de sangre mínimo.
“La comunidad está sobrecogida con dolor y tristeza”, dijo Payman Paseyan, un reconocido iraní-canadiense en el oeste de Canadá que perdió a varios de sus amigos en ese vuelo.
Algunos canadienses culparon del desastre a Trump.
“Esto es absurdo. Enfermizo. Imagina que uno de tus familiares hubiera estado en ese avión”, dijo Rob Kent, un residente de Toronto de 42 años. “Un solo hombre, uno solo, es responsable de todas esas muertes. Y nunca enfrentará las consecuencias”.
Paseyan no estaba tan seguro.
“Se necesita de dos para bailar”, dijo. “Es difícil no ver el desplome como resultado de la escalada entre dos países. Sin embargo, Irán es responsable de su propio equipo militar de defensa. A pesar de que tiene el derecho a defenderse, también debería proteger a su gente, y también debería tener la responsabilidad con ese derecho de asegurarse de que sus sistemas defensivos no tengan en la mira a aeronaves civiles”.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau, quien por momentos ha tenido una relación áspera con Trump, fue cuidadoso al no decir que el ataque estadounidense fue responsable de lo sucedido.
“Creo que es muy pronto para sacar conclusiones o asignar culpas, o responsabilidades en cualquier proporción”, dijo a la prensa.
Pero, dijo, un impacto accidental de misil sólo incrementa el dolor y la pena de tantas personas.
“De inmediato pensé en cuán más difícil sería esto para aquellas familias que en estos momentos experimentan un terrible dolor”, comentó.
Muchos simplemente tienen problemas para comprender el desastre.
“Si algo así ocurriera por accidente, es mucho más fácil de asimilar que escuchar que tal vez fue derribado”, dijo Nina Saeidpour, una agente de bienes raíces de Calgary que perdió en el incidente a una amiga, Kasra Saati. “Solo intentamos entender lo que pasó”.