El Gobierno de Israel anunció este viernes la entrada en vigor del alto al fuego con Hamás en Gaza, lo que desencadenó que decenas de miles de desplazados palestinos iniciaran el retorno a sus hogares en medio de la devastación y las expectativas sobre un futuro incierto.
Mientras, las facciones palestinas que han combatido contra Tel Aviv rechazaron que la franja sea gobernada por autoridades extranjeras, algo que ha sido manejado en planes y negociaciones para poner fin a la guerra.
A medida que los desplazados regresan a sus sitios de residencia, muchos se encuentran con la realidad de que sus viviendas han sido destruidas, lo que añade un peso emocional a la ya complicada situación de la región, acosada por el hambre, la insalubridad y las enfermedades en medio de un sistema sanitario destruido por los ocupantes.
El portavoz de la Defensa Civil del enclave palestino afirmó que aproximadamente 200 mil personas retornaron al norte de Gaza el viernes.
Ameer Abu Iyadeh, un desplazado de 32 años, relató a la agencia francesa AFP en Jan Yunis que este regreso está “lleno de heridas y dolor”.
“Solo rezo para que [mi casa] no haya sido destruida (…). Solo esperamos que la guerra termine de una vez por todas”, dijo por su parte Mohamed Mortaja, de 39 años, mientras se dirigía a Ciudad de Gaza.
Otros testimonios mostraban la alegría de palestinos poder retornar a sus hogares y la esperanza de que el acuerdo entre Israel y Hamás pueda sostenerse y traer estabilidad a la franja.
Víctimas documentadas y también sin contar
Entretanto, la Defensa Civil gazatí ha comenzado a retirar cadáveres de los escombros en Gaza, lo que indica la magnitud de la devastación que ha dejado el conflicto, que hasta el momento suma más de 67 mil víctimas mortales documentadas. Se calcula que al menos varios miles de muertos yacen insepultos entre las ruinas del enclave.
“Desde la entrada en vigor del cese el fuego en Gaza, se encontraron 63 cuerpos en las calles de Ciudad de Gaza”, declaró Mahmud Basal, portavoz de los rescatistas de la Defensa Civil que operan bajo la autoridad del gobierno de Hamás.
A dos años de la guerra, el costo humanitario sigue siendo abrumador. Más de medio millón de personas están “atrapadas en condiciones similares a la hambruna”, mientras que otro millón sufre de inseguridad alimentaria severa.
Desde enero, 455 personas —incluyendo 151 niños, la mayoría menores de cinco años— han muerto por desnutrición, según las autoridades sanitarias palestinas, citadas por Naciones Unidas.
La doctora Hanan Balkhy, directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Mediterráneo Oriental, declaró que los servicios de salud de Gaza han sido “hechos añicos” después de dos años de conflicto y se encuentran “al borde del colapso total”.
La reconstrucción costará más de 7 mil millones de dólares, según estimaciones de la OMS, cubriendo la respuesta humanitaria, la recuperación temprana y la reconstrucción a largo plazo.
Resistencia palestina rechaza cualquier protectorado
Por su parte, las facciones palestinas Hamás, Yijad Islámica y Hamás, la Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina rechazaron ayer en una declaración conjunta cualquier “tutela extranjera” sobre Gaza, subrayando que su gobernanza es un asunto puramente palestino.
Las organizaciones de resistencia islámica, consideradas terroristas por Tel Aviv, también se mostraron abiertas a la participación árabe e internacional en la reconstrucción del enclave.
A la par, medios y analistas israelíes reconocieron el fracaso de los objetivos declarados por el gobierno de ocupación de Gaza, y admitieron al movimiento palestino Hamas como autoridad política y organización militar, pese a dos años de agresión israelí, refirió la cadena Al Mayadeen.
El experto en asuntos palestinos Avi Issacharoff, del diario Yedioth Ahronoth, manifestó que tras la entrada en vigor del alto al fuego, los combatientes de Hamás están en las calles, armados, organizados y con control visible del territorio, lo cual demuestra una gobernanza efectiva.
En la misma línea, el periodista y escritor Haim Levinson destacó a Hamás como organización, con una estructura sólida y disciplinada, de la A a la Z, a lo largo de dos años muy duros.
Levinson describió la situación como “una realidad establecida que el Estado israelí debe reconocer”, reprodujo Al Madayeen.
Proceso de liberación de rehenes
El acuerdo estipula la liberación de los rehenes israelíes que todavía se encuentran en manos de Hamás en un plazo de 72 horas.
De acuerdo con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se espera que la salida de Gaza de estos prisioneros marque un “día de alegría nacional” en Israel.
Netanyahu, quien está acusado de practicar genocidio en el enclave palestino, declaró que de los 48 rehenes que siguen retenidos en Gaza, 20 están vivos y 28 fallecieron.
El acuerdo con Hamás estipula que Israel debe liberar a 250 detenidos por razones de seguridad y mil 700 palestinos de Gaza arrestados por las fuerzas ocupantes desde octubre de 2023.
En la lista que Israel publicó este viernes de los 250 presos que podrían ser canjeados no figura ninguna de las figuras emblemáticas de la lucha armada palestina, entre ellos Marwan Hasib Ibrahim Barghouti, de 66 años, miembro del Consejo Legislativo Palestino, preso desde 2002 y acusado de asesinato.
Putin, Erdogan y Trump
El presidente ruso, Vladímir Putin, reiteró su apoyo a la creación de un Estado palestino como una condición esencial para lograr la paz duradera en la región. En una reciente conferencia, Putin destacó la necesidad de un enfoque multilateral que incluya a todos los actores relevantes, sugiriendo que la solución del conflicto no puede ser unilateral.
Su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, también expresó su respaldo al acuerdo de alto al fuego y enfatizó la importancia de garantizar que se cumplan las promesas de cese de hostilidades por Israel. El mandatario otomano se comprometió a enviar ayuda humanitaria a Gaza, mostrando un interés activo en el proceso de reconstrucción.
Por su parte, Donald Trump confirmó este viernes su intención de viajar a Israel y Egipto en un esfuerzo por consolidar el acuerdo de alto al fuego. Este viaje es visto como un intento de supervisar la liberación de rehenes y coordinar esfuerzos para la reconstrucción de Gaza.
Trump manifestó su confianza en que el acuerdo se mantendrá, sugiriendo que las partes están cansadas de la lucha. Durante su visita debe reunirse a con líderes israelíes y árabes para discutir el futuro de la región, y el papel de su Gobierno en el actual proceso de paz.
La participación de Estados Unidos, que en ningún momento dejó de prestar millonaria asistencia militar y logística a Israel, es vista como crucial para garantizar que el acuerdo se implemente efectivamente por Tel Aviv, que igualmente salió agotado de la guerra.
En una entrevista concedida a Israel News 24ª, el general de reserva Isaac Brik estimó que Trump salvó a Israel en el último momento y lo calificó como un hecho milagroso.
“De haber continuado la guerra habría sido una trampa mortal”, recordó el militar, quien coincidió con las evaluaciones del jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, al reconocer con anterioridad la incapacidad del ejército israelí para derrotar a Hamás ni liberar a los prisioneros por la fuerza.