El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, desestimó las crecientes críticas de Washington por su liderazgo y la conducción de la guerra en Gaza, y reiteró que habrá una ofensiva contra la ciudad de Rafah, en la frontera con Egipto, una línea roja para la comunidad internacional.
En esa urbe sureña del enclave palestino, igualmente en ruinas por los bombardeos de Tel Aviv, se hacinan más de 1,5 millones de gazatíes.
La gran mayoría de esa población flotante ha sido víctima de desplazamientos múltiples desde otras zonas de la Franja por los ataques israelíes, y se refugia en campamentos precarios, sin acceso a alimentos, agua potable o servicios básicos.
“Operaremos en Rafah. Esto llevará varias semanas y sucederá”, afirmó Netanyahu y aseguró que “ninguna presión internacional” impedirá alcanzar todos los objetivos de la guerra, entre ellos eliminar a Hamás.
Según Alon Pinkas, ex cónsul general israelí en Nueva York y crítico de Netanyahu, los comentarios del primer ministro encajan con sus esfuerzos por encontrar a alguien más a quien culpar en caso de que Israel no logre su objetivo de destruir a Hamás.
“Está buscando deliberadamente un conflicto con Estados Unidos para poder culpar a Biden”, subrayó Pinkas.
Este domingo, en declaraciones en una conferencia de prensa en Jerusalén junto al canciller alemán Olaf Schoz, el premier israelí atemperó su posición y dijo que sus tropas no lanzarán la operación prevista mientras haya población palestina “atrapada” en ese lugar.
Las palabras de Netanyahu tuvieron lugar en medio de la carnicería cotidiana del ejército judío en Gaza, donde este domingo 92 personas perdieron la vida y otras 130 resultaron heridas por bombardeos en las últimas 24 horas.
El Ministerio de Salud de Gaza indicó que al menos 31 645 palestinos han muerto, en su mayoría mujeres y niños, en la guerra que comenzó el pasado 7 de octubre con el ataque sorpresa de comandos palestinos a Israel, que dejó un saldo de 1200 muertos, según cifras israelíes.
Críticas estadounidenses
En días recientes, altos funcionarios de Estados Unidos han expresado públicamente su frustración con Netanyahu y su gobierno.
El presidente estadounidense, Joe Biden, acusó a Netanyahu de perjudicar a Israel debido a la enorme mortandad de civiles en Gaza.
Biden: Netanyahu “perjudica a Israel” al no evitar más muertes de civiles en Gaza
Por su parte, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, la persona judía de mayor rango en el país y un sólido partidario de Israel, pidió a Tel Aviv celebrar elecciones.
Netanyahu “ha perdido el camino”, dijo Schumer. Biden luego señaló que ese fue “un buen discurso”, comentó este domingo la agencia estadounidense AP.
Preguntado por el canal de noticias CNN si se compromete a convocar a elecciones una vez termine la guerra, Netanyahu evadió responder con una frase de distracción.
“Creo que eso es algo que le corresponde decidir al pueblo israelí”, apuntó.
Entretanto, miles de personas protestaron nuevamente en Tel Aviv el sábado por la noche contra su Gobierno y exigieron nuevas elecciones y un acuerdo para liberar a los rehenes israelíes en Gaza.
Se estima que unos 135 israelíes permanecen en poder de Hamás, aunque no se sabe con certeza la cantidad total que hasta ahora sobrevive a los bombardeos y las privaciones.
Armas “made in USA”
Pese a las críticas a Israel desde la Casa Blanca y el Capitolio, desde que comenzó el conflicto, en octubre pasado, Washington ha enviado a Tel Aviv miles de equipos militares, incluidas municiones, vehículos, armamento, bombas teledirigidas, equipos de protección personal y suministros médicos.
Para diciembre, Estados Unidos había despachado 230 aviones de carga y 20 barcos con armas y equipo militar a Israel.
Desde 1948, fecha de su fundación, la nación hebrea ha recibido 330 mil millones de dólares en ayuda estadounidense, y es el mayor receptor de asistencia exterior estadounidense, principalmente en el sector militar y de defensa.
Advertencias egipcias
El presidente egipcio, Abdel Fatá el-Sisi, reiteró este domingo su advertencia de que una ofensiva israelí en Rafah tendrá “graves repercusiones para toda la región”.
El Cairo aseguró igualmente que expulsar a palestinos a la Península del Sinaí pondría en riesgo el acuerdo de paz firmado bajo el manto estadounidense en 1975. Ese acuerdo ha garantizado la paz entre Israel y Egipto luego de la guerra del Yon Kipur, de 1973.
La ayuda aumenta, pero es insuficiente
Las entregas aéreas por Estados Unidos y otras naciones continúan, al tiempo que las partidas por una ruta marítima a Gaza ya comenzaron.
Sin embargo, los grupos internacionales de socorro advierten que se necesitan más rutas terrestres y menos restricciones israelíes a fin de satisfacer las necesidades humanitarias de la población gazatí de manera considerable.
Después de 20 años de bloqueo naval en la Franja de #Gaza, ayer el #OpenArms junto a @wckitchen abría este corredor humanitario marítimo tan necesario para aliviar la situación extrema de la población. Una vía más de ayuda.
El camino hasta aquí no ha sido nada fácil, pero lo que… pic.twitter.com/r4pZV8qzRC— Open Arms (@openarms_fund) March 16, 2024
“Gaza se enfrenta a la hambruna y es fundamental lograr un acuerdo sobre un alto el fuego ahora rápidamente”, manifestó Úrsula Von der Leyen en El Cairo, durante la apertura de una cumbre entre Egipto y la Unión Europea.
Luego de meses sin recibir avituallamientos, un total de 12 camiones cargados con harina llegaron la madrugada de este domingo al norte de la Franja de Gaza.
El convoy estuvo protegido por comités populares formados por líderes de clanes familiares de Gaza, y personal de seguridad de Hamás.
Mientras, ya está listo en Chipre un segundo barco de la ONG española Open Arms y de la estadounidense World Central Kitchen (WCK) con 250 toneladas de comida y agua para la martirizada población civil de la Franja.
(Con información de agencias y medios internacionales)